Posted ByGraham Watkins
La Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 4 del Convenio sobre la Diversidad Biológica pinta un cuadro funesto: nos encontramos destruyendo una cantidad desmedida de hábitats necesarios para la supervivencia de plantas y animales. Sobreexplotamos y generamos sobrepesca en los océanos. Contaminamos nuestras fuentes de agua y ejercemos presión excesiva sobre hábitats críticos como los arrecifes de coral. Cazamos y matamos animales ilegalmente. Introducimos especies exóticas en hábitats que culminan por destruirlos. La situación se ve tan mal que algunos científicos han llegado a decir que nos encaminamos hacia una extinción masiva de la biodiversidad.
Las instituciones financieras tienen sobrados motivos para estar preocupadas por estos asuntos, por lo que buscan evitar o al menos minimizar el impacto que los proyectos que financian tienen sobre la biodiversidad. Para asistir a este proceso, el BID, conjuntamente con otras instituciones financieras multilaterales, trabajó este año junto a expertos tales como Ted Gullison, Jared Hardner, Stuart Anstee y Mike Meyer a fin de producir dos guías. La primera, “Good Practices for the Collection of Biodiversity Baseline Data” (Buenas Prácticas para la Recolección de Datos de Referencia de Biodiversidad) describe cómo desarrollar un buen estudio de referencia de biodiversidad como parte de la evaluación ambiental y social de los proyectos. El documento que lo acompaña, “Good Practices for Biodiversity Inclusive Impact Assessment and Management Planning” (Buenas Prácticas para la Evaluación del Impacto y Planificación de la Gestión que Sean Inclusivos de la Biodiversidad), describe cómo utilizar el estudio de referencia para comprender y manejar los impactos sobre la biodiversidad. Estos documentos detallan tres pasos claves que pueden contribuir a reducir el impacto de los proyectos sobre la biodiversidad.
Primero, se debe comprender el proyecto y su área de impacto
Cuando se construye una carretera nueva, es relativamente sencillo observar los impactos directos producto de su construcción. Por ejemplo, al despejar la zona por donde pasará dicha carretera, se destruirán hábitats y se afectarán cursos de agua como consecuencia de la erosión del suelo. Sin embargo, no debemos dejar de lado los impactos indirectos y/o no intencionados: la construcción de rutas también puede alterar las áreas circundantes; modificar las zonas de caza, pesca, minería y actividades agrícolas; y también generar la pérdida del hábitat natural en un área mucho mayor que aquella utilizada para la carretera. Un estudio de referencia de la biodiversidad no debe limitarse a describir las zonas que se encuentran en las inmediaciones del proyecto sino también incluir aquellas que puedan ser afectadas de manera indirecta. Los planes de gestión deben garantizar que ambos tipos de impacto sean considerados.
En segundo lugar, el enfoque debe estar puesto en los aspectos más relevantes de biodiversidad del área
Muy a menudo, en la urgencia por conseguir una evaluación de los impactos ambientales y sociales, se omite conversar con aquellas personas que mejor conocen la zona, y por tanto se pasan por alto las cuestiones más sustanciales. He leído páginas y páginas acerca de la importancia para la medicina de determinados insectos que habitan un área a ser deforestada debido a que el especialista del equipo de biodiversidad a cargo tenía particular interés en el tema. También he leído numerosos estudios que copian los resultados de un estudio de biodiversidad realizado en otro lugar. ¡Incluso una vez me pidieron que revisara un estudio de referencia de biodiversidad que incluía un texto que yo mismo había realizado en otra parte! También he encontrado estudios en los que se evidencia que el equipo no consultó con especialistas locales y por ende omitió elementos críticos acerca de la biodiversidad. Los buenos estudios de base y evaluaciones de impacto de la biodiversidad deben proveer toda la información necesaria para la toma de buenas decisiones que eviten, minimicen o compensen los impactos sobre la biodiversidad.
En tercer lugar, los esfuerzos in situ deben enfocarse en las cuestiones principales y en las lagunas de información
Una evaluación del impacto ambiental y social no requiere un costoso y extenso Inventario de Todos los Taxones de Biodiversidad que incluya todas las especies del área. Una vez que conocemos los potenciales impactos del proyecto y cuáles son las características más distintivas de la biodiversidad de la zona, estamos en condiciones de definir eficientemente cuáles son los estudios que deberíamos estar realizando. Si, por ejemplo, se trata de un proyecto hidroeléctrico en el piedemonte andino, correspondería tener en cuenta las variedades endémicas y migratorias de peces, qué tipos de hábitats serían alterados por el reservorio, cómo pueden afectar las rutas de acceso a la utilización de los recursos del área, y considerar los hábitats acuáticos y ribereños que se encuentren río abajo que puedan ser afectados por dicho proyecto. Desde luego, cada proyecto es un caso irrepetible y debido a la complejidad de los sistemas tropicales, es posible que nos encontremos con imprevistos conforme avance su construcción. En muchos casos, se han descubierto nuevas especies de lagartos, peces y ranas en el transcurso de la diligencia debida que requirieron flexibilidad para aprender más acerca de su distribución y estado de conservación.
El informe de la Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 4 advierte que los mayores causantes de las pérdidas de biodiversidad no se limitan a nuestro creciente consumo y generación de residuos sino que también se deben al tipo de proyectos que justamente son apoyados por las instituciones financieras. Para poder evitar y minimizar los impactos sobre la biodiversidad que resultan de los proyectos es fundamental mejorar nuestra capacidad de comprensión y gestión de la biodiversidad de los lugares en que se realizan. Espero que al leer y aplicar estos nuevos lineamientos, podamos contribuir a la preservación de la biodiversidad del planeta.