ESCRIBE: Jorge
Manco Zaconetti (Investigador UNMSM)
Ante la evidente
incapacidad del ministro de energía y minas, algún asesor debiera decirle al
Presidente de la República que no puede hacer declaraciones tan desatinadas con
respecto al proyecto Conga, al señalar que el mismo es “un proyecto
intrascendente para la historia del Perú”, pues es un proyecto privado, que ha
sido una fuente de conflicto que ha paralizado las inversiones mineras en
Cajamarca, con amplia difusión en el resto de país.
Ello plantea varios
problemas, sobre el rol del estado y la promoción de las inversiones, particularmente
mineras que han aumentado significativamente atraídas por los altos precios de
los productos mineros, la estabilidad contractual, el permisivo marco
tributario y los bajos costos de producción convirtiéndose en una fuente
renovada de conflictos sociales que traban importantes proyectos que
teóricamente comprometen más de 57 mil millones de dólares en el próximo
quinquenio.
Dichas afirmaciones
contradicen las supuestas prioridades que tendría la inversión privada y
demuestra la orfandad de ideas del primer mandatario no solamente sobre la
importancia de la inversión comprometida por la Minera. Yanacocha en el
proyecto Conga, sino el punto de quiebre que significaría para otras inversiones
en diferentes proyectos mineros que el país necesita para asegurar su
crecimiento en un contexto de incertidumbre de la economía mundial.
Así, como hemos
apostado por las inversiones del proyecto de modernización de Talara que
suponen inversiones superiores a los 3,500 millones de dólares, las mismas que
se incrementarían si es que se aplica el efecto multiplicador y acelerador de
la inversión, que tendrá efectos expansivos en la economía del norte y resto
del país.
Del mismo modo
debiéramos apostar por el proyecto Conga con la debida responsabilidad social,
ambiental y tributaria, dialogando y convenciendo a la población cajamarquina,
en especial campesina pues en el balance entre los efectos positivos y
negativos de la inversión en dicho proyecto, la región y el país resultaría
beneficiado, si es que se superan las observaciones legítimas al estudio de
impacto ambiental.
El primer servidor
del país no puede afirmar que un proyecto que compromete más de 4,000 millones
de dólares sea un “proyecto intrascendente” para el país. Con las inversiones
mineras se trata de maximizar el “valor de retorno”, es decir los sueldos y
salarios pagados, las compras locales y los impuestos abonados al fisco. Es
más, así el grueso del capital constituya maquinaria importada hay un
efecto expansivo, pues en el futuro habrá también un efecto multiplicador y
acelerador de la inversión tanto a nivel regional y nacional.
La necesidad de nuevos
proyectos mineros resultan indispensables para asegurar el crecimiento
económico que con todas sus distorsiones y perversidades genera riqueza que en
segunda instancia permite la lucha redistributiva sea por mejores salarios, más
recursos para las regiones vía canon y regalías más otros ingresos fiscales,
como el gravamen y el impuesto especial a la minería.
Ello es más
urgente y necesario ante el derrumbe del impuesto a la renta pagado por las
empresas del sector minero en el período correspondiente al período
enero/octubre 2012 en relación al período similar del año 2012, y que afectará
aún más el canon minero por distribuir para el período junio 2014/ mayo 2015 un
período electoral, crítico desde el punto de vista político que afectará las
futuras inversiones en especial del sector minero.
CAÍDA DEL IMPUESTO
A LA RENTA Y OTROS INGRESOS FISCALES
En el cuadro
respectivo para el período enero/octubre 2013 en relación al 2012 se verifica
la fuerte disminución del impuesto a la renta captado por el fisco de las
operaciones mineras, gracias al carácter deducible de las nuevas regalías
mineras, el impuesto especial a la minería y el gravamen minero. Si a ello se suma
las diversas partidas que también tienen la consideración de gasto deducible
podemos entender la drástica disminución del impuesto a la renta pagado por la
actividad minera.
En realidad al mes
de octubre del 2013, el estado ha dejado de percibir 3,073 millones de nuevos
soles lo que constituye una variación negativa del 34 por ciento, la misma que
afectará gravemente la determinación del canon minero para el período junio
2014/ mayo 2015, en un ciclo político electoral de nuevas autoridades
regionales y locales.
Es decir, se prevé
un “nuevo incendio en la pradera” en las regiones mineras ante un gobierno que
ha demostrado una evidente mediocridad en el manejo y administración de los
conflictos sociales.
El impuesto a la
renta al pasar de 9,111 millones de nuevos soles en el período enero/octubre
2012 a 6,037 millones en el período enero/octubre del 2013 mantendrá esta tendencia
al cierre del 2013. Se debe recordar que el impuesto a la renta abonado por las
empresas constituye la base económica en la determinación del canon, pues por
decisión del estado el 50 por ciento del impuesto se transforma en canon
minero.
En el mismo
sentido, los nuevos ingresos fiscales establecidos por el nuevo marco
tributario vigente desde octubre del 2011 a la fecha como el gravamen
minero que abonan las empresas con contratos de estabilidad jurídica y tributaria,
para el período en referencia, enero/octubre 2013 en relación al 2012, también
disminuye al pasar de 721 millones a 620 millones de nuevos soles, lo que
representa una variación negativa del 14 por ciento.
Igualmente el
impuesto especial a la minería que en la práctica sustituye al llamado aporte
voluntario del gobierno aprista transita de los 353 millones de nuevos
soles a los 253 millones con una disminución absoluta de 100 millones menos lo
que representa una variación negativa del 28 por ciento.
Por último las
nuevas regalías mineras también disminuyeron al pasar de los 445 millones de
nuevos soles a 380 millones para el mismo período, con una disminución relativa
del 15 por ciento. Como las nuevas regalías, el impuesto especial y el gravamen
minero se aplican sobre el margen de la utilidad operativa, el menor ingreso y
utilidades de las mineras obtenido en el 2013 estaría explicando parte del
derrumbe en estos ingresos tributarios.
En síntesis el
fisco ha dejado de captar por concepto de impuesto a la renta hasta octubre del
2013, la suma de 3,073 millones de nuevos soles que afectarán la determinación
y distribución del canon minero del período junio 2014/ mayo 2015. Esta
disminución ha sido en parte compensada por los 1,254 millones de nuevos soles
captados por el impuesto especial a la minería, las nuevas regalías mineras y
el gravamen minero.
Por tanto, el nuevo
marco tributario seguirá afectando la recaudación del impuesto a la renta y por
tanto la base económica que determina el canon minero y su distribución entre
los gobiernos locales distritales, provinciales, gobiernos regionales y
universidades públicas, lo cual será una fuente renovada de conflictos
sociales.
Por ello, el
gobierno debe repensar toda modificación en la fórmula de distribución del
canon minero al margen de los importantes montos que pudieran existir en las
cuentas de los gobiernos locales y regionales. Se trata de agilizar y promover
las inversiones regionales en proyectos de infraestructura, proyectos productivos,
educación y salud de calidad y lucha contra la pobreza.
Si la base en la determinación del canon minero que es
el impuesto a la renta disminuye por una serie de factores que van desde los
menores precios de los minerales, menores ingresos de las empresas, marco
tributario permisivo, gastos deducibles que afectan la utilidad imponible para
el año fiscal 2013, qué sentido político tendría modificar la fórmula de
distribución del canon minero, que sin dudas afectará los intereses de los
gobiernos locales y regionales, promoviendo mayores conflictos sociales y por
tanto trabando las inversiones mineras que el país demanda para asegurar el
crecimiento económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario