- Cuando la Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó el premio Nobel de Economía de este año al profesor Angus Deaton, el galardón tuvo una relevancia especial para la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Deaton, de 69 años, nació en Escocia pero adoptó la ciudadanía de Estados Unidos, donde es profesor de economía y asuntos internacionales en la Universidad de Princeton desde 1983.
Su investigación refleja algunos de los problemas socioeconómicos en la agenda de la ONU, como la reducción de la pobreza, la desigualdad económica, los patrones de consumo, el ingreso de los hogares, el empoderamiento de la mujer y la seguridad social.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo a IPS que el secretario general Ban Ki-moon “aprecia el trabajo que Deaton realizó sobre la pobreza”.
“Nuestro Departamento de Asuntos Económicos y Socialesdirigió la atención a algunos de sus trabajos, incluida su conferencia sobre la pobreza, que le podría resultar interesante”, indicó.
Según la Academia sueca, Deaton mejoró la comprensión de algunos de estos temas más que nadie.
El enfoque de Deaton sobre las encuestas de los hogares “ayudó a transformar la economía del desarrollo de un campo teórico basado en datos agregados a un campo empírico basado en datos individuales pormenorizados”, señaló la Academia al fundamentar el premio, otorgado el lunes 12.
Para el diario británico The Guardian, el trabajo de Deaton complementa los estudios realizados por el francés Thomas Piketty y el británico Tony Atkinson, centrados principalmente en la riqueza y la inequidad en el ingreso, y que examinan los patrones del gasto de los consumidores para ilustrar la creciente desigualdad en la salud y el bienestar.
El ganador del premio Nobel de economía de 2015 es conocido por la paradoja Deaton, que estipula que “fuertes trastornos en el ingreso no parecen causar trastornos de la misma magnitud en el consumo”.
Según The Guardian, en su libro más reciente, The Great Escape: Health, Wealth and the Origins of Inequality (La gran fuga: salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad), Deaton sostiene que el análisis de los datos económicos revela que, mientras el crecimiento de los ingresos nacionales mejoró la salud y el bienestar de la mayoría de las personas del mundo, muchos quedaron excluidos.
En su última investigación, el estudioso “se concentra en los factores determinantes de la salud en los países ricos y pobres, así como en la medición de la pobreza en la India y en todo el mundo”, añadió el diario.
Jean Dreze es un economista que ha trabajado con Deaton. “No solo es un brillante economista, sino también un erudito formidable y un gran escritor. Ha demostrado cómo el uso inteligente de los datos de las encuestas puede iluminar cuestiones trascendentales del bienestar humano y contribuir con el razonamiento público”, dijo sobre su colega.
Al otorgar el premio a Deaton, la Academia sueca analizó algunas de sus teorías de la siguiente manera.
“¿Cómo distribuyen los consumidores su gasto entre diferentes productos?
La respuesta a esta pregunta no solo es necesaria para explicar y predecir los patrones de consumo reales, sino que también es fundamental para evaluar de qué manera las reformas políticas, como los cambios en los impuestos al consumo, afectan el bienestar de los diferentes grupos.
En sus primeros trabajos, Deaton desarrolló lo que se conoce como el Sistema de Demanda Casi Ideal – una manera flexible y sencilla de calcular cómo la demanda de cada producto depende de los precios de todos los bienes y de los ingresos individuales. Su enfoque y sus modificaciones posteriores constituyen ahora instrumentos habituales, tanto en el mundo académico como en la evaluación práctica de las políticas.
¿Qué proporción de los ingresos de la sociedad se gasta y cuánto se ahorra?
Para explicar la formación de capital y la magnitud de los ciclos económicos, es necesario comprender la interacción entre el ingreso y el consumo a lo largo del tiempo.
En algunos trabajos que datan aproximadamente de 1990, Deaton demostró que la teoría del consumo imperante no podía explicar las relaciones reales si el punto de partida era el ingreso y el consumo agregado. En su lugar, se debe sumar cómo los individuos adaptan su propio consumo a su ingreso individual, que fluctúa de una manera muy diferente al del ingreso acumulado.
Esta investigación demuestra claramente por qué el análisis de los datos individuales es clave para desentrañar los patrones observados en los datos agregados, un enfoque que, desde entonces, ha sido adoptado ampliamente por la macroeconomía moderna.
¿Cómo podemos medir y analizar mejor el bienestar y la pobreza?
En su investigación más reciente, Deaton destaca cómo pueden utilizarse medidas fiables de los niveles de consumo de los hogares individuales para discernir los mecanismos subyacentes del desarrollo económico. Su investigación descubrió escollos importantes al comparar la magnitud de la pobreza a lo largo del tiempo y el espacio.
También ejemplifica cómo el uso inteligente de los datos de los hogares puede arrojar luz sobre asuntos como las relaciones entre el ingreso y el consumo de calorías, y la extensión de la discriminación de género dentro de las familias”, explicó la Academia sueca.
Traducido por Álvaro Queiruga
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