No se necesita de la última tecnología para innovar y sorprender a los consumidores. La clave está en saber cómo evolucionan los estilos de vida y tenerlos en cuenta al momento de la innovación. Así lo señaló Iván Nieto director de Desarrollo Internacional de Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria de España, CNTA, al hablar en la Expoalimentaria sobre las tendencias del mercado europeo.
Para Iván Nieto director de Desarrollo Internacional de CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria de España), esa frase que dice “El cliente siempre tiene la razón” también se ajusta a los consumidores porque son ellos los que al final deciden qué productos comprar.
“Quien marca las reglas del juego en el mercado es el consumidor. Soy un fiel creyente de que es el consumidor quien siempre tiene la razón. Si no lo tomamos en cuenta al momento de innovar un producto que lanzamos al mercado, simplemente se nos va a ir a la competencia”, dijo al iniciar su exposición titulada “¿Por qué Innovar? Retos y Oportunidades para la Industria Agroalimentaria Peruana en el Mercado Europeo”, en el marco de la Expoalimentaria, evento organizado por ADEX, que se realizó del 26 al 28 de agosto en el Centro de Exposiciones Jockey.
En Europa, dijo, los consumidores están muy motivados por productos alimenticios específicos, que no son precisamente los de producción masiva. La tendencia en el consumo ha cambiado hacia productos saludables, naturales, con más antioxidantes y vitaminas, pero también que posean otros valores agregados como el placer.
“No sólo quieren tomar una pastilla o un alimento por el aporte calórico, las vitaminas o porque son bajos en grasa. También buscan experimentar placer a la hora de ingerirlos. Quieren sabores, textura, alimentos exóticos y sofisticados para compartirlos con amigos y familiares. Los estilos de vida evolucionan y hay que tenerlos en cuenta en la innovación. Las estadísticas en Europa revelan que el 54% de las innovaciones tienen como objetivo desarrollar productos que generan placer al consumidor final”, expuso.
Destacó que la sociedad europea es muy exigente y comprometida con su salud. “Al consumidor le interesa la salud, el placer y la conveniencia, y eso hay que tomarlo en cuenta a la hora de ofertar nuestro productos. Tenemos que tener muy claro cuáles son las necesidades del consumidor”, afirmó.
Desafíos
Nos enfrentamos, dijo, a consumidores más exigentes, que valoran no sólo el origen de los productos sino también la transparencia en los procesos. “Quieren saber cómo se ha elaborado el producto y comer productos más sostenibles”, afirmó.
También expuso que la población europea envejece y que esa situación se acrecentará en los próximos años. De acuerdo a estadísticas del Centro de Estudios de la Unión Europea, el grupo poblacional de más de 65 años que en 1950 fue de 10%, en el 2050 será de 33%. Es decir Europa va a tener una población con problemas de envejecimiento y la gente se va a preocupar más por la salud a través de los productos. “Entonces hay que vender salud a los años”, aconsejó.
Otro indicador importante se refiere a la población infantil de 3 a 5 años: en 1990 en el mundo había 32 millones de niños con obesidad, cifra que para el 2013 estuvo estimada en 42 millones y que en 23 años se incrementará en 31%. “Por tanto hay que tener estrategias de innovación que diseñen la forma de prevenir esos problemas”, argumentó.
Reveló asimismo, que los mercados de destino son muy exigentes. Europa tiene políticas de seguridad alimentaria. “Hay toda una legislación en materia de seguridad alimentaria que hay que cumplir porque compromete la imagen y la oferta comercial del país de origen. No podemos tropezar con las normas de seguridad porque el tropiezo de una empresa afecta la imagen como país. En ese sentido hay que innovar, capitalizar nuestros procesos y nuestros productos”, advirtió.
Alimentos amigables
La disminución del impacto ambiental, es otra inquietud de los europeos. El consumidor busca alimentos amigables con el medio ambiente. “El Perú compite en un mercado global y en el caso de la quinua, por ejemplo, vemos que en Europa se está produciendo quinua. Esa es una realidad que debemos considerar para ser cada día más competitivos innovando”, declaró.
Hizo hincapié en la necesidad de modificar nuestros cultivos hacia lo más saludable, adaptarse a la biotecnología en el sector agroindustrial, hacer uso de envases biodegradables así como el consumo racional y efectivo de los recursos naturales como el agua.
Refirió que un tema de preocupación es la cantidad de desperdicios que se generan en toda la cadena productiva de alimentos. Aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen se estropean en toda la cadena de producción y distribución. “Si generamos un montón de desperdicios, que sea una oportunidad para aprovechar innovando y dar vida útil más extensa a los productos, hay que revalorar esos productos que son desechados”, sugirió.
La séptima edición de Expoalimentaria 2015, fue organizada por la Asociación de Exportadores, ADEX, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.), Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Ministerio de la Producción (Produce) y Promperú. Habría generado negocios por US$ 830 millones entre las empresas nacionales e internacionales que sostuvieron citas de negocios con compradores que llegaron al Perú de los cinco continentes.
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