TITULARES DE ARTÍCULOS
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Las sesiones de las Reuniones de Primavera 2015 del Grupo
Banco Mundial y del FMI congregaron a representantes de los Gobiernos, los
inversionistas, las empresas y la sociedad civil para analizar maneras de
movilizar los billones de dólares que se necesitan a nivel mundial para abordar
el cambio climático.
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La fijación del precio del carbono y la eliminación gradual
de los subsidios a los combustibles fósiles son dos medidas que los Gobiernos
pueden adoptar para liberar y aumentar los fondos públicos. En otras sesiones
se analizó el papel que pueden desempeñar los bancos de desarrollo y los bancos
centrales para fomentar una mayor inversión en el crecimiento con bajos niveles
de emisiones de carbono.
Todas las sesiones relacionadas con el financiamiento de la transición a
un crecimiento con bajas emisiones de carbono y resiliente se caracterizaron
por tres aspectos que distinguieron a las Reuniones de Primavera 2015 del
Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI): hubo una gran
cantidad de asistentes; en ellas se manifestó una mayor claridad de objetivos y
un mayor sentido de urgencia, y contaron con la participación de todos los
sectores de la economía, incluyendo a representantes de los Gobiernos, bancos
centrales, instituciones de desarrollo, empresas, inversionistas y la sociedad
civil.
La reunión ministerial sobre el
clima, (i) que también tuvo esas tres características, congregó a 42
ministros de Finanzas y Desarrollo, autoridades del Grupo Banco Mundial, el FMI
y las Naciones Unidas, y dirigentes empresariales e inversionistas, quienes
debatieron acerca de cómo satisfacer las necesidades de financiamiento
relacionado con el clima en el mundo y de qué manera la fijación del precio del
carbono puede reducir las emisiones y aumentar los fondos públicos para un
desarrollo limpio y con capacidad de adaptación.
En otras sesiones se dieron a conocer mecanismos de los bancos centrales
para incentivar las inversiones con bajo nivel de emisiones de carbono y se
analizó cómo los objetivos a largo plazo para la energías renovable y la
eficiencia energética y los conjuntos de medidas de políticas, incluida la
reforma de los subsidios a los combustibles fósiles, pueden orientar las inversiones
hacia fuentes más limpias. En todas, se señaló la necesidad de que exista un
crecimiento limpio con bajas emisiones de carbono y maneras de reducir las
emisiones y aumentar el financiamiento relacionado con el clima.
“En menos de nueve meses, los negociadores sobre el clima estarán en
París para finalizar un acuerdo internacional destinado a reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero y comenzar a frenar los impactos del cambio
climático. Su éxito dependerá en gran medida de cómo los líderes, muchos de
ellos presentes aquí en las Reuniones de Primavera, formularán las políticas
económicas y catalizarán el financiamiento para responder a los riesgos de
nuestro planeta que se calienta rápidamente”, dijo Jim Yong Kim, presidente del
Grupo Banco Mundial, a los invitados de los sectores público y privado en una reunión sobre financiamiento
climático, (i) organizada en forma conjunta con el Banco Europeo de Inversiones.
Magnitud del desafío
Durante los próximos 15 años, la economía mundial requerirá aproximadamente US$89 billones (i) en inversiones de infraestructura urbana, energética y
de los sistemas de uso del suelo, además de US$4,1 billones en inversiones
adicionales para la transición a bajos niveles de carbono de modo que el
aumento de temperatura no exceda los 2 °C y se mantenga dentro de este límite
acordado a nivel internacional.
Además, los países desarrollados están trabajando para cumplir con un
compromiso adquirido en 2010 de movilizar US$100 000 millones anuales
antes de 2020, procedentes de fuentes públicas y privadas, para la mitigación y
adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. Mostrar las vías para cumplir con ese
compromiso de US$100 000 millones será importante para generar confianza y seguridad en torno
a las negociaciones sobre el clima en París que se espera den como resultado un
nuevo acuerdo internacional a fines de este año.
Fijación del precio del carbono y combustibles fósiles
La fijación del precio del carbono y la eliminación gradual de los
subsidios a los combustibles fósiles son dos medidas que los Gobiernos pueden
adoptar para liberar y aumentar los fondos públicos. Si tan solo un pequeño porcentaje
del dinero ahorrado, gracias a la eliminación de los subsidios, o de los
ingresos obtenidos del impuesto sobre el carbono o los mercados del carbono se
destinara al financiamiento climático, los Gobiernos podrían ayudar a cumplir
con el compromiso de los US$100 000 millones y otras necesidades en
materia de mitigación y adaptación.
La reunión ministerial sobre el clima estuvo encabezada por el
presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim; la directora gerente del FMI,
Christine Lagarde, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
En la ocasión, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, y
ministros de China, India, Brasil, Sudáfrica y otros países escucharon a
ejecutivos empresariales que explicaron cómo un precio estable del carbono
puede incentivar la innovación y la adopción de medidas para fomentar un
crecimiento ecológico. Además, la primera ministra de Columbia Británica,
Christy Clark, también expuso sobre la experiencia de esta provincia
canadiense, donde se aplica un mecanismo de precios del carbono que es neutro
en relación con el contribuyente, que ha permitido reducir los impuestos
personales y los impuestos sobre las empresas, y donde también existe un
crédito para ayudar a compensar los costos para los pobres.
Varios ministros expresaron su preocupación acerca de la necesidad de
asegurar el flujo de financiamiento. Otros analizaron la importancia de la
fijación del precio del carbono en el fomento de la innovación y la disminución
de las emisiones de gases de efecto invernadero.
A comienzos de la jornada, la ministra de Finanzas de Suecia, Magdalena
Andersson, describió a otra sala llena de funcionarios gubernamentales y
líderes empresariales y de la sociedad civil cómo su país había implementado un
elevado impuesto al carbono a la medida de su economía y, con el tiempo, había desvinculado el crecimiento de
las emisiones. (i)
“Esto ha impulsado el crecimiento económico y el aumento de la
eficiencia en Suecia”, dijo Andersson. “Se puede combinar el crecimiento
económico sostenido con una reducción de los gases de efecto invernadero”.
La coalición “Simpatizantes de la Reforma de los Subsidios a los
Combustibles Fósiles”, integrada por ocho países, junto a Francia se hicieron
cargo de otra fuente potencial de financiamiento climático y reducción de los
gases de efecto invernadero. El grupo dio a conocer un comunicado, (i) en que se instó a
la eliminación gradual de los subsidios antes de la conferencia de París,
argumentando que los nocivos subsidios estimulan la generación de residuos y
benefician de manera desproporcionada a los hogares más ricos. Los casi
US$550 000 millones anuales que se gastan en subsidios a los combustibles
fósiles pueden ser destinados a otros usos públicos, como el
financiamiento relacionado con el clima para un desarrollo sostenible.
Bancos centrales
Respecto de la transformación económica, UNEP Inquiry impulsó un debate
acerca de "una revolución silenciosa" en marcha destinada a rediseñar
los sistemas financieros para un crecimiento con bajos niveles de carbono. Los
entes reguladores financieros, los órganos normativos y los bancos se están
replanteando las normas que rigen los sistemas financieros desde una
perspectiva de la sostenibilidad, dijeron los oradores.
Ma Jun, economista jefe del Banco Popular de China, dio a conocer un
panorama general sobre algunas de las innovaciones que se consideran en su país
con motivo de la elaboración del décimo tercer plan quinquenal chino. En los
próximos cinco años, dijo, China necesitará alrededor de 2 billones de yuanes
(US$322 000 millones) en inversiones anuales. El sistema fiscal puede
satisfacer aproximadamente el 15 % de esa cantidad, agregó, dejando un
gran porcentaje que debe ser cubierto por el sector privado.
China está analizando un mayor uso de los bonos verdes, la entrega de
préstamos descontados para proyectos que no afectan el clima y el desarrollo de
bancos y fondos ecológicos. Actualmente, tiene siete mercados piloto de carbono
y prevé lanzar un mercado nacional del carbono en 2016. El economista jefe planteó
que el financiamiento proveniente tanto del sector público como privado podría
ayudar a aumentar la participación de los inversionistas privados en proyectos
de infraestructura.
Inversión privada
Las reuniones pusieron de manifiesto que existe una comprensión cada vez
mayor en los sectores privado y público acerca de los riesgos que el cambio
climático plantea para las cadenas de suministro, los activos empresariales y
la sociedad en general. Los inversores, especialmente los inversores a largo
plazo como los fondos de pensiones, que estuvieron representados en las
reuniones, han aumentado la presión sobre las empresas para que prefieran
inversiones más limpias y eviten los activos con alto nivel de emisiones que
pueden quedar inmovilizados en una economía que intenta alejarse de los
combustibles fósiles.
Atiur Rahman, gobernador del Banco Central de Bangladesh, dijo en el
evento del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Mundial que observa un
cambio de mentalidad en los bancos del país y un apoyo cada vez mayor a los
proyectos verdes. Explicó que un factor clave ha sido el liderazgo desde que el
banco central comenzó a centrarse en el impacto climático.
Los inversores señalaron en varias sesiones que los activos
inmovilizados plantean otro riesgo. Esto surgió por ejemplo en el debate de
Carbon Tracker acerca de los límites a la cantidad de reservas de combustibles
fósiles del mundo que pueden ser quemadas y aún así evitar que la temperatura
del planeta aumente más de 2 °C y lo que eso significa para la construcción de
fuentes de energía en la actualidad.
La magnitud de los desafíos en materia de
financiamiento en el futuro y los debates revelaron la necesidad de basarse en
los trabajos de los otros y establecer metas, dijo Rachel Kyte, vicepresidenta
y enviada especial para el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial. “Una cosa
que quedó muy clara es que hay que saber hacia dónde uno se dirige. Hay que
tener objetivos claros a nivel nacional”, señaló Kyte. Hacer que el mundo siga
una trayectoria de desarrollo más inocuo para el medio ambiente requerirá nada
menos que una transformación económica.
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