Cuando se puso en contacto con la ONG alemana Germanwatch en el marco de la COP20 que tuvo lugar en Lima en diciembre de 2014, Saúl Luciano Lliuya no podía imaginar que su causa fuese a llegar tan lejos. "No esperaba tanta difusión, pero el cambio climático interesa a todo el mundo", dice. Este agricultor y guía de montaña vive y trabaja en Huaraz, una ciudad situada en la Cordillera Blanca, en el norte de los Andes peruanos. Tras ver con sus propios ojos cómo aumentaba gradualmente el volumen del lago glaciar de Palcacocha a causa del deshielo, y preocupado por las trágicas consecuencias -en forma de inundaciones- que podría acarrear el desborde o la rotura de la represa para su ciudad, Luciano Lliuya decidió pedir ayuda a la ONG especializada en cambio climático.
"Cada año subo el Alpamayo, el Chupicalqui y el Huascarán y veo que la desglaciación es cada vez más preocupante, razón por la cual me atrevo a hacer la demanda. Es algo injusto, los que menos contaminamos somos los mayores afectados por el cambio climático", dice Luciano.
Lliuya vive en la ciudad de Huaraz, ubicada en la Cordillera Blanca, en el norte de los Andes peruanos. Desde 2003, el tamaño de la cercana laguna Palcacocha se ha cuadruplicado como consecuencia del derretimiento de los glaciares. Los 55.000 huaracinos temen que la represa de la laguna colapse y ocasione un aluvión que inundaría su ciudad y tierras de cultivo.
Cuota de responsabilidad. Después de analizar cuáles son las 50 empresas que más contaminan a nivel mundial, y teniendo en cuenta el posible marco de actuación legal de los abogados de Germanwatch, la ONG alemana aconsejó a Luciano Lliuya presentar una demanda individual contra RWE, con el fin de conseguir fondos para la construcción de un dique que "prevenga una posible inundación de la ciudad y garantice la seguridad de los turistas europeos y norteamericanos que visitan la región" en caso de que colapse la represa del lago Palcacocha, explicó a DW Luciano Lliuya, al término de la rueda de prensa ofrecida por su abogada, la Dra. Roda Verheyen, en Düsseldorf.
Según Germanwatch, teniendo en cuenta que RWE es el principal emisor de CO2 a nivel europeo, responsable del 0,5% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial desde el inicio de la revolución industrial -según un estudio publicado en 2014-, tendría que aportar cerca de 17.000 de los 3,5 millones de euros que habría que invertir para prevenir el posible colapso del lago glaciar. Una cantidad simbólica pero que, según la ONG, "supondría un primer paso importante para la causa".
Autoridades locales. Como propietario de varios terrenos de cultivo -que en total suman de 2 a 3 hectáreas- en los montes cercanos a la localidad, Luciano Lliuya considera de suma importancia la conservación del hábitat de la región. En sus parcelas, situadas a cerca de 3.600 metros de altitud, su familia cultiva principalmente papas, quinoa y maíz.
Este modo de subsistir es el mismo del que depende la gran mayoría de la población de Huaraz. Ante este hecho, y puesto que "la política en Perú es inestable y no toma parte en estos temas", explica Luciano, "hemos entablado conversaciones a nivel local con el gobierno de Independencia" quien, a través de su alcalde, "se ha comprometido a administrar el dinero en caso que la causa prospere".
El proceso continúa. Su abogada, la Dra. Roda Verheyen, del bufete Günther de Hamburgo, explica que los agricultores de esta y otras zonas del Perú afectadas por el deshielo de los glaciares andinos "tienen dos opciones: esperar a que suceda una catástrofe o hacer algo al respecto".
Aunque Verheyen es consciente del desafío que supone defender una causa de este tipo, asegura que Saúl Luciano "cuenta con el apoyo total de Germanwatch". Tras la presentación de la demanda en el juzgado de la ciudad alemana de Essen, situada en la cuenca del Ruhr, la empresa energética RWE será informada acerca de la apertura de la causa. Esto puede tardar 1 o 2 semanas.
A continuación, RWE tendrá la oportunidad de defenderse de las acusaciones presentando alegaciones.
En algún momento se celebrará una vista oral en la que se convocará a las partes implicadas en la demanda y, por último, el Tribunal Regional decidirá al respecto, aclara la abogada a DW.
"Es probable que el proceso se resuelva en los próximos 5 años", dice Verheyen.
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Deutsche Welle
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