Por:
Astrid Aguilar
Tras un fin de semana de marchas climáticas históricas, en las que más de medio millón de personas marcharon en 175 países, exigiendo una transición urgente a 100% de energías renovables y una economía libre de carbono, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21) fue inaugurada el lunes, en presencia de más de 150 líderes de Estado.
Llegados desde países con gran influencia económica mundial y de naciones insulares que corren el riesgo de desaparecer por los efectos del cambio climático, los presidentes del mundo tomaron la palabra para expresar su apoyo y preocupación por la causa. Entre las intervenciones, destacó la del nuevo presidente de la COP 21, Laurent Fabius, ministro de Relaciones Exteriores francés y sucesor del ministro del Ambiente Manuel Pulgar Vidal, quien aseguró un proceso transparente e inclusivo en la búsqueda de un acuerdo climático ambicioso, convocando el compromiso de todos y dejando «últimos detalles» para la segunda semana, cuando se lleve a cabo la reunión de ministros. También subrayó tres condiciones para el éxito de la conferencia de las partes: Movilizar a los líderes de los Estados y gobiernos; lograr compromisos por parte de los actores no gubernamentales; y lograr un acuerdo universal ambicioso, de responsabilidades diferenciadas, y que sea justo, dinámico, balanceado y vinculante, que permita mantener el aumento de la temperatura global a menos de 2ºC.
El presidente francés, François Hollande, precisó que las negociaciones serían un éxito si se logra trazar una trayectoria que nos permita limitar el aumento de la temperatura a menos de 2ºC, o 1,5ºC, si fuese posible, respondiendo con solidaridad a este acuerdo, en el que ningún territorio será dejado atrás, y movilizando a todas las sociedades y a todos los sectores a tomar acción. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, señaló que el acuerdo en París debe ser duradero, dinámico, y mantener el balance entre el liderazgo de países desarrollados y las crecientes responsabilidades de los países emergentes, de acuerdo a sus recursos y nivel de desarrollo, y ser creíble, tomando el nivel actual de ambición como base. Finalmente, el presidente estadounidense Barack Obama sorprendió al reconocer el rol de los Estado Unidos como causante del cambio climático, y al expresar su intención de asumir responsabilidades para solucionarlo.
(1) A dos días de iniciada la COP 21, grandes anuncios han sido hechos:La “Declaración París – Manila” fue ratificada el día inaugural por 43 países altamente vulnerables al cambio climático, durante el Foro del Clima Vulnerable. El pronunciamiento exige un 100% de energías renovables y cero emisiones de gases de efecto invernadero al 2050, una economía mundial libre de carbono y un aumento máximo de la temperatura global de 1,5ºC, límite que permitiría a sus territorios no ser afectados irreversiblemente por el fenómeno.
(2) Diecinueve naciones han comprometido, para cinco años, 20 billones de dólares, con el objetivo de impulsar la investigación en energías renovables. Esta iniciativa es paralela a la de los empresarios de la tecnología (Bill Gates, Mark Zuckerberg, entre otros), quienes anunciaron la creación del fondo “Breakthrough Energy Coalition”, que invertirá en compañías emergentes que desarrollen energías renovables.
(3) Además, Alemania, Suiza, Noruega y Suecia anunciaron una nueva iniciativa, en colaboración con el Banco Mundial, de 500 millones de dólares para crear incentivos en la reducción de gases de efecto invernadero a gran escala en los países en desarrollo. El “Transformative Carbon Asset Facility” medirá y pagará por las emisiones recortadas que se logren en las áreas de energías renovables, transporte, eficiencia energética, manejo de residuos sólidos y ciudades bajas en carbono. Se espera que las operaciones inicien en el 2016, con un compromiso inicial de más de 250 millones de dólares por parte de los países donantes y se recibirán contribuciones adicionales hasta alcanzar la meta de los 500 millones.
(4) Asimismo, Alemania, Noruega y el Reino Unido anunciaron una donación de 339 millones de dólares al Fondo de Carbono del FCPF, para apoyar programas de reducción de emisiones a gran escala por deforestación, durante cinco años. El Perú, siendo parte de los beneficiarios del fondo, podría aprovechar esta iniciativa.
En efecto, en materia de conservación de bosques, el Perú ha hecho progresos en el último año, los cuales fueron recompensados por el gobierno de Noruega, en el marco del pago por resultados de la Declaración Conjunta de Intención firmada en el 2014. En esta oportunidad, se ha desembolsado un monto de cinco millones de dólares, que serán destinados a continuar la labor en reducción de emisiones por deforestación, a través de actividades de ordenamiento territorial, titulación de territorios indígenas, entre otros. Sin embargo, a pesar de la buena noticia, el presidente de la organización indígena AIDESEP recordó las contradicciones en las acciones del gobierno al promover la conservación de los bosques, por un lado, y, por el otro, la inversión desordenada en hidrocarburos, infraestructura y palma aceitera, con efectos nocivos en los bosques.
El Perú no es el único Estado con un doble discurso. Nueva Zelanda, por ejemplo, urge a los países a eliminar los subsidios a la producción de energías fósiles, mientras otorga grandes sumas (del orden de los 80 millones de dólares) para aumentar su producción. Es por ello que el primer día de la conferencia, se vio recibiendo el premio “Fossil of the day”, del “Climate Action Network”, galardón reservado para los países que bloquean el progreso de las negociaciones. El año pasado, el Perú fue el ganador, por el doble discurso de nuestras autoridades. El día de hoy nos preguntamos si se necesitará recibir aún más de estos reconocimientos para encontrar la coherencia que tanto se necesita en materia ambiental.
tomado de noticiasser.pe
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