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lunes, 25 de abril de 2016

El Perú renueva su compromiso climático: firmamos el Acuerdo de París

En un hecho histórico el Perú firmó el pasado 22 de Abril, junto a más de 170 países, el Acuerdo de París. La ceremonia, celebrada en el Día de la Tierra, tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York y congregó a delegaciones de todo el mundo para manifestar el firme compromiso de alcanzar un desarrollo sostenible y justo para todos.
“Es un día histórico porque concluimos un proceso muy importante. Y es más histórico aún, porque iniciamos un nuevo proceso donde la acción climática es clave. Debemos ahora implementar el Acuerdo de París, demostrando a las generaciones actuales y futuras nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias”, sostuvo el ministro del AmbienteManuel Pulgar-Vidal.
Asimismo, añadió que el Acuerdo de París posee una meta clara y las herramientas necesarias para alcanzarla. “Mitigación, adaptación, resiliencia, sostenibilidad y tecnologías limpias son algunos de los nuevos términos para el desarrollo que nuestro país asume hoy con convicción para fortalecer su compromiso climático”, manifestó Pulgar-Vidal.
El presidente del PerúOllanta Humala, suscribió el Acuerdo por el Perú. Minutos antes expresó su satisfacción porel rol clave que el país asumió en este proceso al organizar en 2014 la Vigésima Conferencia de las Partes – COP20, en la que se adoptó un preacuerdo como parte importante del camino hacia el éxito de las negociaciones climáticas obtenido en la COP21 de Francia en 2015, junto con la Agenda de Acción Lima-París, la cual debe continuar con miras a la COP22, a realizarse en Marruecos este 2016“El Acuerdo de París motiva a la necesidad de formar la mayor alianza de la historia para reconciliarnos con el planeta”, afirmó Ollanta Humala.
En el Acuerdo todos los países convinieron en trabajar con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 °C y, teniendo en cuenta los graves riesgos del cambio climático, en esforzarse por lograr que no sea superior a 1,5 ºC. Este compromiso global y vinculante es fundamental para alcanzar losObjetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hacia el año 2030. Además, el Acuerdo de París proporciona una hoja de ruta para las medidas relacionadas con el clima que tienen por objeto reducir las emisiones y desarrollar resiliencia al cambio climático.
“El Acuerdo de París representa un avance hacia el futuro sostenible. Mi país se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% al 2030, así como poner en marcha acciones de adaptación en diversos campos hacia un desarrollo competitivo y sostenible junto a una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático”, concluyó el Jefe de Estado.

martes, 12 de enero de 2016

COP21, un mes más tarde: Innovaciones Tech para Edificios y Ciudades



Por Dan Pobst
El acuerdo COP21, firmado hace un mes hoy en día, es una gran noticia para la construcción de innovadores de tecnología y sus clientes. El consenso es que el acuerdo global se acelerará la investigación, el desarrollo y la inversión en tecnología y sostenibilidad verdes ganancias para una amplia gama de sectores, incluyendo la propiedad comercial.
La histórica conferencia sobre cambio climático en París incluyó el lanzamiento del primer Día de Edificios, el 3 de diciembre y el lanzamiento de una nueva Alianza Mundial para Edificios y Construcción, una iniciativa diseñada para estimular la adopción generalizada de las mejores políticas de hoy y los materiales de construcción más eficientes, diseños y las tecnologías de todo el mundo.
Las implicaciones eran evidentes para cualquiera que recorrió La Galería, un escaparate COP21 de tres días para la nueva tecnología para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores inmobiliario, industriales y de transporte. Claramente, la inversión privada en otros sectores básicos de energía limpia y en términos de infraestructura y tecnologías relacionadas seguirá siendo absolutamente esenciales para satisfacer mundiales 2030 ambiciones. La exposición incluye una larga lista de empresas en los sectores de la construcción y de la construcción.
Un producto que me llamó la atención es una unidad de empaquetado que mantiene un suministro continuo de electricidad a partir de fuentes renovables intermitentes (como la eólica y solar) a través de una combinación de baterías y una pila de combustible de hidrógeno. Otros interesantes hallazgos implicó el uso de hojas de los árboles para aprovechar la energía del viento, un edificio solar llave en mano y nuevos tipos de aislamiento de edificios. Otras tecnologías en exhibición incluyen nuevo edificio inteligente y tecnologías inteligentes de la ciudad, controles avanzados de iluminación, y la energía solar integrada en materiales para techos, ventanas y muros cortina.
Durante la exposición, el secretario de Energía estadounidense Ernest Moniz, dijo que los países de innovación y los nuevos avances tecnológicos permitieron llegar a París con fuertes compromisos de reducción de emisiones que eran inconcebibles hace apenas unos años. El reconocimiento del papel que la tecnología y la innovación pueden desempeñar también ha dado lugar a compromisos de inversión de Bill Gates y otros.
Estos compromisos rodaron en, a pesar de las estimaciones del Programa Ambiental de las Naciones Unidas que el costo empresarial anual de la adaptación al clima estará en $ 150 mil millones a $ 300 mil millones gama en 2030. De hecho, el papel de las empresas en la lucha contra el cambio climático era innegable en COP21.
Por ejemplo, la secretaria de Estado estadounidense, John Kerry caracteriza COP21 en París como "la más extraordinaria oportunidad de mercado en nuestra historia que estimulará enormes inversiones en tecnología de energía limpia." Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, señaló que la energía renovable se está convirtiendo rápidamente en una alternativa viable, con un 50 por ciento de toda la nueva capacidad de energía agregado a nivel mundial en el último año que viene de la energía renovable. También observó que la eficiencia energética es parte de la solución, un punto particularmente relevante para los edificios - y las empresas buscan reducir costos.
Los edificios son sólo parte de la solución, por supuesto, pero la mejora de la eficiencia energética de los edificios y el acceso a la energía renovable contribuirá de manera significativa a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La esperanza es que el acuerdo COP21 provocará inversión continua en tecnologías de construcción para promover este objetivo.
Crédito de la imagen: Flickr / COP21
Dan Probst es Presidente Global de Energía y Sostenibilidad de Servicios en JLL. En este papel, Probst y su equipo desarrollar y entregar productos y servicios que ayudan a los clientes a reducir los costos de energía y sus verdaderas huellas ambientales relacionados con bienes raíces a través de la cartera y de ocupación innovadoras estrategias, normas laborales y prácticas de operación. Probst es fundador y actual miembro del Consejo Global de Sostenibilidad Ambiental de JLL.

jueves, 7 de enero de 2016

Monitoreo de carbono desempeñará un papel crucial en la búsqueda para frenar el calentamiento

Al salir de la COP21, hay una gran cantidad de entusiasmo y de una serie de preguntas. Por lo menos, hay un montón de buenas intenciones,comprometida con el papel, con objetivos voluntarios que 196 países dicen que van a esforzarse por lograr. ¿Ellos pueden hacerlo? ¿Será suficiente? Tal vez lo más importante de todo: ¿Cuánto es aún desconocido?
Como alguien que gasta una cantidad considerable de tiempo a investigar y escribir sobre las numerosas soluciones saliendo de los laboratorios de investigación y garajes por igual, es fácil ser optimista. Por otra parte, la ciencia del clima es cuidadoso para recordarnos numerosos positivos bucles de retroalimentación, al acecho como sombras oscuras, que podrían hacer las cosas mucho peor que lo que espera el consenso. Así, mientras que el problema podría muy bien empeorar, las perspectivas para abordarlo podrían también es probable conseguir mucho mejor.
Una cosa que la mayoría de las personas están de acuerdo es en que sería útil que el nivel de emisiones de carbono podría medirse fácilmente de una manera que permite la verificación en una base ubicación por ubicación. Un reciente informe sobre la gobernanza energética de la UE, elaborado por la Cámara de los Lores británica, dice que "en toda la UE vinculante 2030 las energías renovables objetivos no será entregada a menos que sea respaldado por un mecanismo de seguimiento y aplicación que actúa como garante para el acuerdo ".
La casa continúa afirmando: "Sin un mecanismo de gobernanza eficaz, transparente, responsable y legítima, la importancia del objetivo disminuye considerablemente, el incentivo a los Estados miembros a ser ambiciosos se debilita, y cualquier perspectiva de lograr el objetivo general es puesto en peligro ".
Fue Peter Drucker quien dijo, "no se puede gestionar lo que no se puede medir", y que parece aplicarse aquí.
Así que, ¿cómo vamos a ir sobre la medición de las emisiones de carbono?
Alianza del Clima  desarrollado una herramienta de monitoreo de carbono con la empresa ECOSPEED suizo y B & SU de Alemania. En lugar de un instrumento real, se trata de una base de datos en línea que contiene energía y CO2 inventarios, desarrollado para la ubicación específica para fines estimativos. La herramienta está disponible en Alemania y Suiza.
La mejor manera de medir directamente el CO2 podría ser desde el espacio exterior.Verificación basada en el espacio podría aprovecharse de satélites dedicados como Orbiting Carbon Observatory propuesta de la NASA para recoger mediciones precisas de los países de todo el mundo para asegurarse de si están o no están cumpliendo con sus objetivos. Un estudio realizado en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, usando sustitutos basados ​​en tierra, demuestra que este enfoque es factible.
Pero una empresa que trabajó durante años en la instrumentación basada en el espacio para los satélites meteorológicos, así como el monitoreo de emisiones, ha desarrollado una solución que es mucho más cercano a la Tierra.
Harris Corp., una compañía de comunicaciones, defensa y tecnología de la información, sacó algunos nuevos trucos de su recién formada División de Sistemas Ambientales  - sacado de su amplia cartera de capacidades técnicas, que incluye por satélite, el aire y los instrumentos basados ​​en tierra.
En COP21 en París, la compañía dio a conocer Greenlite: un sistema basado en láser montado en edificios altos, capaces de medir la concentración de CO2 en el aire por encima de la ciudad en tiempo real (vídeo). Los láseres utilizan la luz a una longitud de onda específica que es absorbida por el CO2. Mediante la comparación de la cantidad de luz que sale de los transmisores con la luz recibida por los detectores en toda la ciudad, el sistema puede determinar la cantidad de CO2 en el aire. La tecnología fue desarrollada con la financiación del Departamento de Energía y el NIST y en colaboración con AER.
Viendo los niveles suben y bajan como horas punta van y vienen y las centrales responden a la demanda picos es un poco como ver la ciudad respira, dijo Eric Webster, vicepresidente de Sistemas Ambientales Harris.
Debido a que las ciudades representan una parte tan sustancial de las emisiones de carbono, los sistemas de este tipo pueden ser de gran utilidad para el seguimiento y cumplimiento. Antes de esta demostración, Harris instalado un sistema para supervisar un sitio de captura de carbono en Decatur, Illinois.
Imagen cortesía de Harris Corp.

martes, 5 de enero de 2016

El Sur Global hará su contribución contra el cambio climático

Por Diego Arguedas Ortiz

La deforestación es uno de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero del Sur Global como en esta área de Rio Branco, en el norteño estado de Acre, en Brasil. Los INDC prometen revertir la situación para 2030. Crédito: Kate Evans / Centro para la Investigación Forestal Internacional
La deforestación es uno de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero del Sur Global como en esta área de Rio Branco, en el norteño estado de Acre, en Brasil. Los INDC prometen revertir la situación para 2030. Crédito: Kate Evans / Centro para la Investigación Forestal Internacional
SAN JOSÉ, 2 oct 2015 (IPS) - Vistos durante años como actores pasivos en la lucha frente el calentamiento del planeta, más de un centenar de países del Sur Global espantaron las etiquetas al presentar sus contribuciones nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y descarbonizar sus economías.
Con diferentes niveles de ambición y algunas metas condicionadas al financiamiento internacional, los compromisos de las economías en desarrollo ponen presión sobre los grandes emisores del mundo y refuerzan el llamado ético de que el fenómeno del cambio climático necesita del aporte de todos los países, coincidieron expertos consultados por IPS.
“Hemos visto una serie de fuertes compromisos de países del Sur Global, a pesar de su pequeño papel en la creación de este desafío”, explicó Ellie Johnston, directora del Proyecto Climático Mundial de la organizaciónClimate Interactive, especializada en el seguimiento de los compromisos.
En sus contribuciones nacionales los países del Sur han puesto el foco en energías más limpias, el combate a la deforestación, la necesidad de nuevas fuentes de financiamiento y la formulación de acciones de adaptación al cambio climático.
En total, 146 gobiernos presentaron en el límite del 1 de octubre sus contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC, en inglés) para reducir emisiones, mientras  49 no lo hicieron.
Las INDC enviadas no alcanzan para contener el incremento de la temperatura en un máximo de dos grados centígrados respecto al periodo preindustrial, el tope fijado por los expertos para evitar la catástrofe climática.
En su mayoría, los compromisos asumen acciones entre 2020 y 2030, para ser incorporados en el nuevo tratado universal y vinculante, que deberá aprobarse durante la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que se realizará en París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre.
Un análisis de Climate Interactive determinó que las contribuciones comprometidas llevarían al planeta a calentarse 3,5 grados centígrados, mientras que otra estimación de la red Climate Action Tracker calcula el aumento en 2,7 grados.
Las diferencias del cálculo provienen de diferencias metodológicas, principalmente en las emisiones de China e India tras 2030, las dos potencias emergentes que en las últimas dos décadas han surgido como el primer y tercer emisor de GEI del mundo. En medio, está Estados Unidos, en cuarto lugar Rusia y en quinto Japón.
“Nuestro análisis muestra que se necesitan contribuciones más ambiciosas tanto en el Sur Global como en el Norte industrial para asegurar que llegaremos a la meta global de dos grados centígrados y esperamos que las negociaciones de París creen el marco para que esto suceda”, explicó a IPS la estadounidense Johnston.
Algunos de los gobiernos mostraron metas ambiciosas y destaca la presencia de objetivos claros en adaptación, uno de los elementos más importantes para el Sur Global, la nueva denominación con que se aglutina a los países en desarrollo y muy diversos de África, América Latina y el Caribe, y Asía.
El Sur Global hará su contribución contra el cambio climático
El incremento de energías limpias y la reducción del consumo de combustibles fósiles es parte de los compromisos asumidos por países del Sur Global para reducir sus emisiones contaminantes. En la imagen, un campo eólico en las montañas de La Paz y Casamata, cerca de la capital de Costa Rica. Crédito: Diego Arguedas Ortiz/IPS
La especialista celebró la presentación de compromisos de las economías emergentes y que “dada la disparidad en responsabilidad histórica y la capacidad para tomar acciones”, los países industrializados deberían mejorar sus compromisos.
La división entre países industrializados y aquellos en desarrollo es parte básica  de la CMNUCC, por su diferente responsabilidad en la creación del fenómeno. Pero tras la COP20, celebrada en Lima en diciembre de 2014, todas las naciones se comprometieron a contribuir para contener el recalentamiento planetario mediante las INDC.
En la crucial conferencia de París, los negociadores tendrán que unir los INDC presentados por cada país en el nuevo tratado climático vinculante, que entrará en vigor en 2020, con la meta de que el incremento de la temperatura no sobrepase los dos grados centígrados al 2100.
“Desde una perspectiva de equidad y justicia, algunos países han ido más allá de lo que podría considerarse su justo aporte, especialmente algunos de los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños países insulares en desarrollo”, explicó a IPS la sudafricana Tasneem Essop, jefa de la delegación delFondo Mundial de la Naturaleza (WWF) en las negociaciones climáticas.
Estos países del Sur Global “son los menos responsables del cambio climático”, subrayó.
Essop enfatizó que el  problema con las INDC es que en Lima, donde se definieron sus pautas, no se fijaron estándares claros de cómo deben establecerse.
Por ejemplo, Costa Rica prometió limitar sus emisiones a 1,19 toneladas por habitante para 2050, cuando se aspira a que el mundo tenga un promedio de emisiones de dos toneladas por habitante como tope. Camerún reducirá sus emisiones en 32 por ciento, respecto al nivel que tendría en 2035 si mantuviera su ritmo actual, pero en un objetivo que como muchos otros países indica que dependerá de financiamiento internacional.
Papúa Nueva Guinea, un líder histórico en el sector forestal, se enfocará en combatir la deforestación y el cambio de uso de suelo, su principal problema, mientras que para 2025, Brasil propone reducir de manera incondicional sus emisiones en 37 por ciento, respecto al nivel de 2005 y es uno de los pocos países del Sur que presentó “metas absolutas”.
“El problema que tenemos, y esto aplica para todos los INDC, no solo para los países del Sur Global, es que no se ha desarrollado un marco común o estándares comunes. Entonces se hace muy complicado comparar”, apuntó Essop.
Entre los países que faltan por presentar su contribución hay algunos con menor capacidad técnica para realizarla, junto con otros que los expertos consideran menos motivados a actuar. Entre los que faltan están Arabia Saudita, Bolivia, Irán, Malasia, Pakistán, Sudán y Venezuela.
La activista enfatizó que los compromisos del Sur Global deben tener claro el balance entre los tres principales elementos de la acción climática y del nuevo tratado –mitigación, adaptación y medios de implementación– y donde el financiamiento interno y externo juega un rol fundamental.
“Una importante e interesante característica en algunos de los INDC del Sur Global ha sido la claridad en términos de cuánto el gobierno puede financiar internamente y cuáles acciones pueden ser ampliadas con apoyo”, explicó Essop.
En 2009, las naciones industrializadas se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales a partir del 2020 al Fondo Verde para el Clima para financiar la lucha climática. Pero su flujo ha sido demasiado lento. “El financiamiento no será un asunto que se resuelva hasta la última noche de París”, dijo la británica Kat Watts, asesora de políticas climáticas del Carbon Market Watch.
Watts subrayó a IPS que las antiguas divisiones de las negociaciones climáticas –los países industrializados en Anexo I y Anexo II y los demás en un grupo aparte– se están desmoronando con las INDC y otras acciones.
La analista explicó que fue clave la coincidencia entre la presentación de estos compromisos climáticos y la aprobación de la Agenda de Desarrollo a 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en una cumbre mundial celebrada en las Naciones Unidas en Nueva York entre el 25 y el 27 de septiembre.
“Que tanto los INDC como los ODS ocurrieran este año significan que hay una oportunidad real para que cada país considere cómo planificar su desarrollo tanto bajo en carbono como resiliente al cambio climático”, apuntó Watts.
Editado por Estrella Gutiérrez

domingo, 3 de enero de 2016

“Histórico” acuerdo de París allana el camino para que el Banco Mundial ayude a los países a cumplir con los compromisos relativos al clima

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Tomó más de 2 meses y más de 3.000 trabajadores para construir el centro de conferencias de la COP21 en Le Bourget, cerca de París. En la imagen, una réplica de la torre Eiffel hecha de sillas recicladas.
Foto: Max Edkins / Banco Mundial
TITULARES
  • Con la aprobación de un acuerdo mundial durante la COP21 en París el 12 de diciembre, los países de todo el mundo intensifican sus medidas sobre el cambio climático para cumplir con las metas del pacto.
  • Más de 180 países han presentado compromisos nacionales relacionados con iniciativas para abordar el cambio climático antes y durante la COP21, incluidos más de 130 países que realizan acciones conjuntas con el Grupo Banco Mundial.
  • El Grupo Banco Mundial ya colabora con los países para ayudarlos a cumplir con sus compromisos de París, y ultima un plan de acción en materia de cambio climático para integrar aún más este tema en las operaciones.
Con la aprobación el 12 de diciembre de un acuerdo mundial contra el cambio climático, el Grupo Banco Mundial se moviliza rápidamente para ayudar a los países a cumplir las promesas hechas en París.
Más de 180 países presentaron contribuciones previstas determinadas a nivel nacional –o INDC, por sus siglas en inglés– ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en el periodo previo o durante la vigesimoprimera sesión de la Conferencia de las Partes (COP21) en París. Las INDC especifican los planes de los países sobre reducción de las emisiones y adaptación al cambio climático.
El Grupo Banco Mundial colabora con más de 130 de esos países.
“Acogemos con satisfacción el acuerdo histórico que se acaba de alcanzar en París”, dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim. “El mundo se ha puesto de acuerdo para forjar un pacto que por fin refleja el deseo y la importancia de preservar nuestro planeta para las generaciones futuras. El Grupo Banco Mundial se encuentra dispuesto a brindar ayuda de forma inmediata y hará todo lo posible para que se haga realidad esta visión”.
El Grupo Banco Mundial ultima un plan de acción en materia de cambio climático que ayudará a integrar las consideraciones relativas al cambio climático en todas sus operaciones y facilitar la entrega de un conjunto integral de financiamiento, asistencia técnica y conocimientos para ayudar a los países a adaptarse al cambio climático y transitar hacia una economía con bajos niveles de emisiones de carbono.
Medidas integradas para enfrentar el cambio climático
El reciente informe Shock Waves (Ondas de choque) demuestra que no se puede acabar con la pobreza y combatir el cambio climático de manera aislada, y que si los efectos del cambio climático no son controlados, estos podrían empujar a la pobreza a más de 100 millones de personas en los próximos 15 años. Para evitarlo, el informe pide una implementación inmediata de “un desarrollo inteligente en relación con el clima” y medidas de adaptación a los impactos climáticos.
Una gran parte de la labor del Grupo Banco Mundial ya está dedicada a dicho desarrollo y medidas, e incluye inversiones y actividades en el sector de las energías renovables y la eficiencia energética, la gestión de los recursos naturales, el desarrollo urbano con bajos niveles de emisiones de carbono, la agricultura con capacidad de adaptación, y la gestión sostenible del agua.
Justo antes de las conversaciones en París, el Banco Mundial anunció el Plan de negocios para África relativo al clima, (i) que requiere un financiamiento de USD 16 000 millones (dólares estadounidenses) para ayudar a los pueblos y países de África a adaptarse al cambio climático y aumentar la capacidad de resistencia del continente a las crisis climáticas. Se espera que, de ese monto, USD 5700 millones provengan de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la entidad del Grupo Banco Mundial que apoya a los países más pobres.
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El Grupo Banco Mundial presentó  un plan que África use energía con menos emisiones de carbono. De der. A izq. Jamal Saghir, director del Grupo Banco Mundial para desarrollo sostenible en África; Ali Bongo Ondimba, presidente de Gabón; Faure Essozima Gnassinbé, presidente de Togo; Mahktar Diop, vicepresidente de Grupo Banco Mundial para África subsahariana; presidente Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim;  Patrice Trovoada, primer ministro de  Sao Tomé y  Macky Sall, presidente de Senegal.
Foto: Banco Mundial
Las INDC sirven de base para el diálogo del Grupo Banco Mundial con los países acerca de sus necesidades nacionales en materia climática, y el Grupo Banco Mundial ya está trabajando en iniciativas que ayudarán a lograr esos compromisos.
En Indonesia, las energías renovables, los paisajes y los bosques, y la reducción del riesgo de desastres son áreas clave del marco de la nueva alianza del Banco Mundial con el país.
En Senegal, el Banco Mundial ayuda a mejorar la capacidad de adaptación mediante medidas relacionadas con gestión de inundaciones, agricultura inteligente en relación con el clima y trabajos de adaptación costera. Los científicos han desarrollado siete nuevas variedades de sorgo y mijo perla que tienen un alto rendimiento, una rápida maduración, son resistentes a la sequía y se adaptan a las condiciones locales de cultivo.
En Marruecos, un nuevo compromiso por un monto de USD 150 millones ofrecerá a los agricultores pobres y vulnerables tecnologías de riego más eficientes para que puedan enfrentar la variabilidad creciente en el abastecimiento de agua.
Las ciudades son los lugares donde se producen emisiones, y son responsables de más del 70 % del consumo de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía. En 2015, el Banco Mundial otorgó más de USD 3000 millones en financiamiento y asistencia técnica para ayudar a sus clientes a construir ciudades mejor preparadas para el cambio climático. En Brasil, el Banco Mundial apoya el transporte urbano sostenible en Río de Janeiro a través de préstamos de inversión, préstamos para políticas de desarrollo y asistencia técnica.
“Más allá de París, los países buscan asociados confiables para transformar los compromisos en financiamiento, y el financiamiento en acciones”, dijo John Roome, director superior para el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial. “Ya estamos sobre el terreno y entregando soluciones a estos países”.
De miles de millones a billones
Para satisfacer la demanda cada vez mayor de este tipo de tareas, el Grupo Banco Mundial se comprometió a aumentar el financiamiento para el cambio climático, de un porcentaje actual de 21 % a 28 % en los próximos cinco años. Al incluir el financiamiento entregado por otros asociados y el sector privado, dicho monto podría llegar a USD 29 000 millones anuales para 2020.
Al mismo tiempo, la eficacia de los fondos públicos será mayor si estos catalizan una importante cantidad de inversión privada. El financiamiento que se necesita para la transición a una economía con bajos niveles de emisiones de carbono y capacidad de adaptación es de billones de dólares y no de miles de millones. Las iniciativas climáticas del Grupo Banco Mundial son diseñadas para crear los entornos normativos estables, las instituciones sólidas y las carteras de proyectos que se necesitan para aumentar las inversiones en el orden de magnitud estimado.
En 2015, la Corporación Financiera Internacional (IFC), la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado, realizó inversiones relacionadas con el clima por un monto total de USD 2300 millones para 103 proyectos en 31 países, y también movilizó USD 2200 millones de inversores privados.
El Grupo Banco Mundial analiza, además, maneras de crear incentivos para la eliminación a gran escala de las emisiones, ampliando y profundizando los mercados de carbono. Desde que creó el primer fondo mundial para ayudar a reducir las emisiones de carbono hace más de una década, el Grupo Banco Mundial ha recaudado USD 4360 millones a través de 18 fondos e iniciativas de carbono, apoyando 145 proyectos activos en más de 75 países clientes.

¿Cómo se mide el financiamiento climático?

Financiamiento climatico
– Copyright © CC BY-SA 2.0 Alexandre Duret-Lutz– flickr.com

El 12 de Diciembre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático llegó en París a un acuerdo histórico para combatir el cambio climático, que incluye una sección sobre el financiamiento contra el cambio climático o financiamiento climático. Pero ¿qué es?, ¿cómo determinar qué es lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático?
Cuando revisamos los proyectos que están por aprobarse, esta es una pregunta que nos planteamos. Para ello, utilizamos una metodología de clasificación que fue preparada de manera conjunta con otros 5 grandes bancos multilaterales de desarrollo. Con los datos que generamos de este modo, preparamos cada año un informe de financiamiento climático. De acuerdo con el último informe, publicado en junio de 2015, los bancos aprobaron durante el 2014 más de 28 mil millones de dólares en financiamiento climático.
Esta metodología aborda los dos tipos de proyectos de cambio climático: Los que contribuyen a adaptarnos a los impactos esperados del cambio climático (adaptación), y los que contribuyen a reducir las emisiones (o a capturar) gases de efecto invernadero (mitigación).
La metodología se basa en desmenuzar los proyectos en componentes, y en analizar cada componente para ver si contribuye a la mitigación, a la adaptación, o a ambas. La revisión se hace al momento de la aprobación del proyecto por el Directorio del Banco, utilizando la información disponible en ese momento.
Para adaptación, la metodología requiere que se cumplan tres condiciones:
  • que el proyecto establezca el contexto de vulnerabilidad climática,
  • que haya una intención explícita de enfrentar esta vulnerabilidad,
  • y que exista un nexo claro y directo entre el contexto de vulnerabilidad climática y las actividades del proyecto.
Para mitigación, la metodología se basa en una lista de actividades que, de acuerdo con la experiencia disponible, contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con un escenario sin proyecto, o “línea de base”.
La metodología busca incluir las distintas actividades que se tienen que realizar para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. En el sector energía incluye el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, así como las medidas para una mayor eficiencia en el uso final de la energía. En las ciudades, el transporte colectivo, peatonal o en bicicleta, así como otras medidas para reducir el uso del automóvil particular, incluyendo nuevos modelos de desarrollo urbano. En bosques se consideran las actividades para la conservación o el manejo sostenible, que permite evitar la deforestación y la degradación de los bosques.
La metodología se enfoca en particular en las actividades que evitan el quedarnos “atrapados” en sendas de altas emisiones. Por ejemplo, sabemos que el transporte por ferrocarril requiere de mucho menos energía que el transporte por carretera para mover pasajeros o carga. Por eso etiquetamos como de mitigación los proyectos para construir o rehabilitar ferrocarriles, cuando permiten reducir el transporte por carretera. Aunque el ferrocarril genere emisiones de gases de efecto invernadero durante su construcción y por la utilización de diesel en las locomotoras, las emisiones serán menores de las que se generarían al transportar la misma carga por camión. En un futuro se podrán sustituir las locomotoras diesel por tecnologías más limpias como las eléctricas, pero lo importante es que la infraestructura básica, que puede durar siglos, se base en rieles en vez de pavimento, sobre todo para los corredores de transporte más importantes en nuestros países.
Después de unos días intensos de COP21, aseguramos que vamos por el buen camino de la mano de una metodología que ha sido reconocida por su solidez y transparencia. Esperamos cerrar el año con una cifra superior al año 2014.
Si tienes interés en este tipo de tema, puedes chequear el sitio web del Comité de Asistencia al Desarrollo de la OCDE, que posee disponible los datos de los bancos multilaterales.


“Camino hacia 1,5 o dos grados pasa por los grandes emisores” Diego Arguedas entrevista a PAUL OQUIST, jefe de delegación de Nicaragua en la COP21

El jefe de delegación de Nicaragua en las negociaciones climáticas de la COP21, Paul Oquist, explica en entrevista exclusiva con IPS porque su país rechaza que el Acuerdo de París se base las contribuciones universales de todos los países y pide que se fundamente en las responsabilidades históricas de los grandes emisiones. Crédito: Diego Arguedas Ortiz / IPS
El jefe de delegación de Nicaragua en las negociaciones climáticas de la COP21, Paul Oquist, explica en entrevista exclusiva con IPS porque su país rechaza que el Acuerdo de París se base en las contribuciones universales, de todos los países, y pide que se fundamente en las responsabilidades históricas de los grandes emisiones. Crédito: Diego Arguedas Ortiz / IPS
PARÍS, 4 dic 2015 (IPS) - Al comenzar la cumbre climática de París, Nicaragua anunció que no presentaría su contribución nacional para contener la temperatura del planeta, convirtiéndose en el primer país en rechazar abiertamente este sistema para un acuerdo global respecto al fenómeno. 
Paul Oquist, ministro-secretario privado de Políticas Públicas de la Presidencia nicaragüense y jefe de la delegación, explicó que no presentarían sus contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC, en inglés), un mecanismo acordado en 2013 como base para construir el tratado universal que debe salir de la 21 Conferencia de las Partes (COP21), que se desarrolla en la capital francesa desde el lunes 30 y hasta el 11 de este mes.
De los 195 países signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), 183 ya presentaron sus INDC.
En entrevista exclusiva con IPS, Oquist comentó que el proceso estaba destinado a fracasar tras no lograr reducir el calentamiento global a dos grados centígrados, la meta acordada por la comunidad internacional, aunque algunos como Nicaragua rebajan este objetivo a 1,5 grados.
El secretario propone dejar de lado los INDC y construir un acuerdo únicamente con base en las emisiones históricas.
Varios análisis de los INDC muestran que su implementación resultaría en un incremento de la temperatura de entre 2,7 y 3,5 grados centígrados hacia el año 2100, un avance tras el aumento esperado de 4,5 grados, pero todavía insuficiente para alcanzar la meta.
Oquist detalló a IPS las razones de la posición del país centroamericano, en el centro de convenciones donde discurre la COP21.
IPS: América Latina, y dentro de ella, América Central tienen problemas comunes, pero los países se mueven a diferentes ritmos y con grupos diferentes. ¿Ha perdido la región la oportunidad de actor en bloque?
PAUL OQUIST: Primero, debemos entender dónde estamos. Uno de los principales temas de esta COP21 es el concepto de la responsabilidad universidad contra la responsabilidad histórica. La responsabilidad universal plantea que todos somos responsables, que todos debemos participar en la solución del problema y que si no encontramos solución al problema, es culpa de todos no lograrlo.
Estas contribuciones nacionales no funcionarán. La primera evidencia es que esta primera ronda no logró alcanzar la meta de incremento de temperatura en 1,5 o dos grados centígrados, sino que llegaron a tres grados.  Eso es bastante serio. Tres grados en el mundo en desarrollo es cuatro grados. Los INDC nos llevarán ahí.
Hay una propuesta sobre cómo solucionar esto en el Acuerdo de París y es mediante la realización de otro ejercicio de INDC cada cinco años. Pero en cinco años estaremos más lejos de la meta de 1,5 grados que ahora. Nicaragua no está de acuerdo con un acuerdo que condenará el mundo a tres grados.
IPS: La primera ronda de los INDC, dependiendo de cómo se mida, nos llevará a un calentamiento de entre 2,7 a 3,5 grados centígrados. Esto puede mejorar en una segunda ronda conforme las tecnologías sean más baratas y aumente la ambición. ¿Por qué dejarlo?
PO: Una cuarta parte depende de financiamiento. No hay financiamiento, entonces una cuarta parte deja de contar y me sorprendería mucho ver a los países desarrollados tomando las medidas sobre su modelo de producción, consumo, finanzas y estilo de vida que son necesarias para regresarnos al rango de 1,5 a dos grados centígrados.
Tenemos una alternativa, que es objetiva, medible, verificable y transparente: la responsabilidad histórica en vez de universal.
Debemos medir, desde 1750, cuál es la contribución de cada país al cambio climático. También se pueden medir las contribuciones actuales y establecer un parámetro que tome en consideración las contribuciones tanto históricas como actuales y luego asigne cuotas a cada país con base en estas emisiones.
Estos países han lucrado de la energía barata, de la contaminación del medio ambiente, de su desarrollo. Entonces, pueden tomar responsabilidad por reemplazar el CO2 (dióxido de carbono) y tratar de bajar el aumento de la temperatura. Además, las responsabilidades históricas pueden ser aplicadas a daños y pérdidas a través de indemnizaciones, que deberían ir de manera directa e incondicional hacia los países que sufren el cambio climático.
IPS: ¿Cuándo decidió Nicaragua no presentar su INDC y que el proceso era un fracaso? 
PO: Sabemos desde finales de octubre que el proceso es un fracaso. Nicaragua decidió hace bastante tiempo que no presentaríamos INDC porque la responsabilidad histórica es el camino a seguir.
Los tres emisores más grandes liberan 49,49 por ciento de las emisiones (China, Estados Unidos y la Unión Europea) y los 10 más grande 72 por ciento, mientras que los 100 países que menos lo hacen aportan entre todos un tres por ciento. El único camino hacia el objetivo de 1,5 – dos grados pasa por esos 10 grandes emisores. La única manera de hacerlo es a través de los grandes emisores que son históricamente responsables.
IPS: ¿Esto significaría que emisores entre esos 10 como China, India y Brasil también tendrían que reducir sus emisiones significativamente, más de lo que han propuesto?
PO: Serían todos en ese grupo: Estados Unidos, la Unión Europea, esos que menciona, todos. La pregunta no es cuáles países, sino cómo solucionar este problema. Este es un problema de la humanidad, la Madre Tierra y todos nosotros. Entonces, ¿estamos tomándonos esto en serio o estamos haciendo juegos políticos? Esta no es una negociación sobre cuotas de café o cacao, sino sobre el clima de la Tierra.
IPS. Más de 180 países han cumplido con sus INDC, incluyendo la mayoría de sus socios en el grupo negociador de los Países en Desarrollo de Pensamiento Afín (LMDC en inglés). ¿Están equivocados al confiar en este proceso?
PO: La posición que consideramos correcta es la de responsabilidades históricas y esperamos que cada vez más y más países comprendan que los INDC van a fallar.
Cuando comenzaron este proceso, no sabíamos que iba a fallar. Pensamos que no sería un fracaso porque la responsabilidad voluntaria no funciona. Si no funcionó, ¿vamos a seguir empecinados en esta ruta?
IPS: Las condiciones pueden cambiar, la tecnología puede abaratarse y las condiciones políticas y económicas pueden cambiar…
PO: Maravilloso, entonces hagamos los cambios cuando esto ocurra, no hagamos los cambios basados en supuestos. Trabajemos sobre la base de hechos, ahora en el 2015. Esto es lo que debemos hacer.
Usted me pregunta por los 180 países. Hubo un momento en que Francia fue aislada y bajo una enorme presión porque había una fiebre de guerra. Francia dijo que no, pues era una guerra agresiva que dejaría consecuencias desastrosas.
Ahora miramos hacia atrás y de quienes apoyaron la guerra en Iraq, algunos se sienten avergonzados por eso y quienes se opusieron lo usan como credencial política de saber comprender mejor los procesos políticos complejos y la posición francesa se mira muy bien. Odiaría pensar que el Acuerdo de París será recordado en el futuro como el acuerdo que nos condenó a un incremento de tres a cuatro grados (de recalentamiento) y sus consecuencias.
IPS: Nicaragua quiere lograr un acuerdo en París, como los demás. ¿Es esta una manera realista de lograrlo? Con los INDC se logró reducir de 4,5 a 2,7 el calentamiento esperado…
PO: Un proceso que falla su objetivo por 100 por ciento o 50 por ciento no es un éxito. Decirlo solo porque pudo haber sido peor es como un “alegrón de burro”. Nosotros definimos la meta. Los países desarrollados definieron la meta de los dos grados y no la alcanzamos por un 100 por ciento. Estamos en tres grados y eso no es un éxito. Si luego aumentamos a 3,5 o cuatro grados y la meta flota de manera ascendente, entonces no solo no tendremos éxito sino que será un desastre.
IPS: ¿Qué pasa si,  sumadas las emisiones actuales de los países históricamente responsables, no permiten solucionar el problema? Hay actualmente países en desarrollo que están entre los grandes emisores.
PO: Esa es la  una lógica diferente. Quien sea responsable debe contribuir a la reducción de las emisiones y a la indemnización. Podemos tener datos objetivos basados en ciencia. Ahora no tenemos nada. ¿2020? ¿Quién dijo que el cambio climático inicia en 2020? ¿Quién dijo que 100.000 millones de dólares es la cifra de financiamiento necesario? No está basado en ningún estudio. Empecemos a trabajar sobre la base de metas previsibles.
IPS: Si el proceso para el acuerdo sigue basado en los INDC, ¿bloqueará Nicaragua las negociaciones? 
PO: Veremos qué sucede. Esperamos que no muchos países regresen a casa para decirle a sus agricultores, su prensa y sus políticos: perdón, pero lo mejor que logramos en París son tres grados.
Editado por Estrella Gutiérrez

COP21 entrega Acuerdo Climático histórico en París

 
Estoy sobre Groenlandia se dirigió a casa a San Francisco y acaba de recibir la noticia de que un acuerdo climático fuerte se ha alcanzado de nuevo en París. Mirar a escondidas por la ventana para ver las capas de hielo trajo una lágrima a mis ojos, cuando me di cuenta que en realidad no tienen que derretirse.
Vamos a compartir detalles sobre el acuerdo en los próximos días. Por el momento he aquí algunas reacciones por parte de algunas organizaciones no gubernamentales que eran observadores oficiales en las conversaciones:
Kumi Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional:
"La rueda de la acción por el clima se vuelve poco a poco, pero en París se ha convertido.Este acuerdo pone a la industria de los combustibles fósiles en el lado equivocado de la historia ".
Jennifer Morgan, Directora Global del Programa de Clima, Instituto de Recursos Mundiales:
"Nos llevó mucho trabajo, coraje y agallas, pero los países finalmente se han unido en torno a un acuerdo histórico que marca un punto de inflexión en la crisis climática. El Acuerdo de París marca una nueva forma de cooperación internacional - una donde los países desarrollados y en desarrollo están unidos por un marco común y justa. El acuerdo es a la vez ambiciosa y alimentado por las voces de los más vulnerables ".
Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club:
"El acuerdo de París es un punto de inflexión para la humanidad. Por primera vez en la historia, la comunidad mundial acordó acción que establece las bases para ayudar a prevenir las peores consecuencias de la crisis climática, mientras que abrazar la oportunidad de crecer exponencialmente nuestra economía de energía limpia. Liderazgo decisivo y la acción del presidente Obama y otros líderes mundiales, cada vez más poderoso movimiento climático, y fuertes avances en los EE.UU. y en el mundo a moverse fuera de carbón despejaron el camino para que todas las naciones para llegar a la mesa ".
Por supuesto, el texto no es perfecto (tendremos más detalles sobre que el lunes) y la aplicación será el verdadero reto y hay muchas incertidumbres a ser resuelto. Pero por ahora vamos todos a disfrutar de un poco de esperanza y optimismo.
Gracias, TriplePundit lectores, y por apoyarnos! Su interés en el tema de la sostenibilidad y de negocios, y su capacidad para aprender y compartir con sus comunidades hicieron un impacto real en estas conversaciones. Fue realmente un esfuerzo global y todos merecen una palmadita en la espalda. Hurra!

Me voy a abrazar a mi bebé y que los buenos pensamientos acerca de su futuro.