La mayor
amenaza para la humanidad sigue siendo el cambio climático.
No hace falta ser experto en el tema, científicos alrededor del
mundo ya nos han alertado, aunque muchos se esfuercen en negarlo. Basta con ser
agricultor en Paraguay, habitante en la selva peruana o apicultor en Argentina
para notar que el clima se ha vuelto impredecible y que la madre naturaleza
está furiosa con nosotros. Y sobre todo con América Latina, ya que somos la región
que más sufre su impacto, a pesar de ser responsables de apenas un 5% de las
emisiones globales de CO2.
Impulsados por esta preocupación, la región adhirió al Acuerdo de París durante la XXI
Conferencia sobre Cambio Climático (COP21), que entró en vigor en vísperas de
la XXII conferencia en Marrakech (COP22). La gran
incógnita es cómo seguir generando energía de una manera limpia y sostenible,
ya que se ha demostrado que la actividad del hombre es una de las principales
causas del calentamiento global. Debemos enfocarnos en soluciones que ayuden
a decarbonizar la producción de energía
como así también a generar un consumo más eficiente.
El desarrollo económico y el bienestar de América Latina y el
Caribe está directamente relacionado con el impacto de este fenómeno y el
Acuerdo de París dio cuenta de ello. La inversión en I+D más que nunca debe
fortalecerse, como así también los acuerdos de cooperación que permitan una
fluida transferencia de tecnología de países más desarrollados a los que tienen
menos ventajas. ¿Será la tecnología capaz de disminuir las emisiones de CO2?
Desde mejoras incrementales en tecnologías ya existentes a propuestas
radicalmente disruptivas, presentamos 10 propuestas que podrían ayudarnos a
lidiar con el problema.
#1 Energía
solar y eólica súper inteligente
La energía solar y eólica se han convertido en fuentes clave de
generación de energía limpia. Sin embargo, la intermitencia (el sol no siempre
brilla y el viento no siempre sopla) hace que su peso en la generación eléctrica
sea aún marginal en muchos países.
Para resolver este problema, Xcel Energy en Estados Unidos ha
desarrollado un software
que utiliza inteligencia artificial para procesar los datos que reciben de
satélites, estaciones meteorológicas y otros parques eólicos del país.
De esta manera, consiguen previsiones de altísima precisión sobre cómo se
comportarán el viento y el sol, logrando que el uso de esta energía renovable
sea más eficiente, a un menor costo y se utilice en mayor proporción.
#2 Cometas
de energía
La empresa californiana Makani ha creado una
novedosa tecnología, que aún está en fase de pruebas, que pretende captar viento
a una altura donde sopla con más fuerza y es constante durante todo el año.
Esta especie de turbina
voladora semejante a un cometa es capaz de captar el viento a una gran altura.
Su principal ventaja es su reducido costo de inversión y mantenimiento. Esta
combinación podría ser una gran solución para muchos países que cuentan con el
potencial eólico pero que carecen de la inversión necesaria para poner en
funcionamiento un parque de generación. Además, mejoraría la distribución de
energía, otro problema al que se enfrenta hoy la producción de energía eólica.
#3 Odisea
solar en el espacio
El planeta se queda pequeño y no todas las soluciones pueden
desarrollarse en él. Así piensa la National Space Society, una organización
independiente basada en Estados Unidos que propone que la producción de energía solar en el
espacio podría resolver todas las emisiones de gases
contaminantes y ser una solución definitiva al cambio climático.
A través de la localización de paneles fotovoltaicos en satélites
ubicados en órbitas terrestres geoestacionarias, se capturaría la energía del
sol y transmitiría a la tierra de forma inalámbrica. De esta
manera esta tecnología superaría el principal problema de la energía solar que
es su intermitencia, debido a la formación de nubes en la atmósfera o a los
períodos nocturnos.
#4
Mini-reactores nucleares
A pesar de su mala prensa numerosos defensores de la energía
nuclear argumentan que permite reducir drásticamente la emisión de gases
contaminantes para la producción de electricidad. El desarrollo de mini-reactores o pequeñas plantas de una capacidad inferior a los 500
megavatios de potencia resultan muy atractivos por su
menor coste inicial, plazos de construcción más cortos y menor impacto en la
red eléctrica.
Estas tecnologías permiten que la energía nuclear, libre de
emisiones de CO2, pueda ser desarrollada a un menor coste y con una
mayor flexibilidad para abastecer zonas más alejadas que no sean aptas para el
desarrollo de otras energías renovables. En la región, Argentina ha
desarrollado un reactor muy innovador llamado CAREM (Central Argentina
de Elementos Modulares) que con mecanismos de seguridad y de tecnología de
última generación tiene una capacidad de generación de energía de 25
megavatios, capaz de abastecer de energía a una población de 100 mil
habitantes.
#5
Baterías de ion de litio recargables
No es una tecnología para generar energía libre de carbono, pero
es un gran aliado a la hora de luchar contra el cambio climático. Entre las
grandes ventajas, destacan la posibilidad de aumentar la penetración de las
fuentes renovables a menudo intermitentes como fotovoltaica y eólica, posponer
la inversión en costosa infraestructura necesaria para los picos de demanda que
se presentan durante periodos escasos del año y favorecer el consumo de
electricidad limpia en los vehículos eléctricos.
El multifacético emprendedor tecnológico Elon
Musk ha nuevamente sorprendido al mundo con la presentación de
sus baterías de ion
de litio recargables para uso doméstico y pequeñas
industrias. Su relativa fácil instalación, reducido coste y diseño estético
permitirán a hogares y pequeñas industrias hacer un uso más eficiente de la
energía y ser capaces de utilizar fuentes renovables salvando el problema de la
intermitencia.
#6
Baterías orgánicas
Otra tecnología interesante es la que ha desarrollado la
Universidad de Harvard, una batería
de flujo con moléculas orgánicas que será capaz de
almacenar energía eléctrica a un costo bajísimo y con períodos de
funcionamiento superior al resto de tecnologías.
La innovación tecnológica en el campo de las baterías se ha
acentuado en los últimos años, ya que significa una gran solución para dar
soporte a un mayor desarrollo de energías renovables y para resolver otros
problemas como el desarrollo de la industria del transporte eléctrico.
#7
Captura y almacenaje de CO2
Plantar árboles y generar energía de fuentes renovables es una
solución a largo plazo. Pero en el corto plazo, hay que implementar tecnologías
disruptivas que ayuden a revertir el daño ya causado. La tecnología creada
por Global
Thermostat consiste en construir plantas de bajo costo que a base de calor capturan CO2 que
luego es reutilizado con fines industriales. Otra opción son
los llamados BECCS (bio-energy with carbón
capture and storage), una opción que consiste en cultivar árboles u otro tipo de
biomasa, quemarlos para generar electricidad y posteriormente enterrar bajo
tierra el CO2 capturado tras la quema.
#8
Erupciones volcánicas controladas
Tecnologías como estas forman parte de las conocidas soluciones
de la geoingeniería que prometen acabar en un futuro cercano con el problema
del cambio climático. Pero son tan polémicas que incluso algunas pondrían en
riesgo la existencia de nuestro propio planeta.
Con esta tecnología se busca envolver la estratósfera con partículas
de azufre que bloquearían parte de la radiación que llega al planeta,
acentuando su efecto refrigerante. El peligro de utilizar este tipo de técnicas
sin una clara evidencia de su impacto es bastante claro: una de las teorías que
explica la extinción de los dinosaurios podría haberse provocado por la
erupción de un volcán que liberó partículas de azufre en cantidades
exorbitantes provocando un enfriamiento de la tierra intolerable para algunas
formas de vida.
#9 Polvo
de diamantes
Según expertos de la Universidad de Harvard se podría combatir
el cambio climático esparciendo miles de toneladas de polvo de diamantes y
óxido de aluminio a la estratósfera. De esta manera, se
reflejarían los rayos del sol impidiendo que llegasen a la tierra y provocando
un enfriamiento del planeta. Quizás lo más descabellado sea utilizar
diamantes, pero los defensores de esta tecnología aseguran que el polvo de
diamantes no sería un problema ya que cuestan unos 100 dólares americanos el
kilo (mucho más económico que los diamantes cortados, contrariamente a lo que
el sentido común puede sugerir).
#10 Un
parasol gigante
Desde la NASA hasta investigadores
de la Unión Europea consideran la eventual construcción de un parasol planetario que sea capaz de dar
sombra a ciertas regiones de la tierra y evitar así un sobrecalentamiento
producto del cambio climático.
Viviendas flotantes en Colombia, producción de biocarbón en México o desarrollo de mini turbinas eólicas en Argentina: la región está
comprometida con la problemática. El Informe
INTAL-Latinobarómetro 2017 relevó que el 49% de la región está
dispuesta a pagar más por productos cuiden el medioambiente. Iniciativas como
la Coalición para Energías Disruptivas (Breakthrough Energy
Coalition) liderada por millonarios como Bill
Gates (Microsoft), Jeff
Bezos (Amazon) y Jack Ma (Alibaba) señalan que los esfuerzos de
los gobiernos no son suficientes. Necesitamos hoy más que nunca más
colaboración público-privada y más integración regional.
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