El porcentaje de personas abonadas a la telefonía móvil es ahora
más alto que el de aquellas que usan servicios de saneamiento. En el año 2000,
solo el 12 % de la población mundial tenía suscripciones de teléfonos
móviles. En 2015, la tasa llegó a casi el 97 %, una tendencia que se
observa en todas las regiones del mundo.[1]
Estos aumentos de los usuarios de teléfonos celulares superan
con creces el número de personas que usan como mínimo servicios de saneamiento
básicos, que incluyen instalaciones sanitarias mejoradas que no se comparten
con otros hogares.[2] En 2015, alrededor del
70 % de la población mundial usaba por lo menos servicios de saneamiento
básicos, una tasa que solo aumentó en 10 puntos porcentuales en los
últimos 15 años.[3]
El acceso a servicios de saneamiento es crítico para reducir las
enfermedades diarreicas y puede disminuir significativamente los efectos
adversos para la salud de otros trastornos que causan muerte y enfermedades a
millones de niños. Para obtener más información sobre las tendencias mundiales
y regionales en materia de saneamiento, consulte el Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2018. (i)
[2] Programa Conjunto de Monitoreo del
Abastecimiento de Agua y del Saneamiento de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) https://washdata.org (i)
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