La primera semana de la Convención de las Partes terminó con nuevos anuncios para la protección de los bosques, con el lanzamiento oficial de la plataforma web “Lima REDD+ Information HUB” y la iniciativa 20x20. El nuevo portal, referido a proyectos de reducción de emisiones a través de la disminución de la deforestación y degradación de los bosques, permitirá publicar información sobre los resultados de las actividades y acerca de los pagos basados en los resultados obtenidos, a fin de aumentar la transparencia en los procesos. Por otra parte, la iniciativa 20x20, anunciada durante el Global Landscape Forum, compromete la restauración de 24.8 millones de hectáreas de tierra degradada y deforestada para el 2020, con la ayuda de recursos del orden de US$730 millones, aporte de inversionistas y socios financieros.
En cuanto a las negociaciones, estas aún tienen muchos temas por resolver. Los compromisos voluntarios de los países (INDC, por sus siglas en inglés) resultan insuficientes para impedir el aumento de la temperatura promedio del planeta, de 2ºC desde la época pre-industrial, razón por la cual, cada vez más países desean una revisión de los compromisos cada cinco años, como una forma de impulsarlos hacia una mayor ambición en el tiempo. Sin embargo, todavía no se define cómo evaluar el progreso de los compromisos ni la fecha del inicio de la evaluación. Se ha propuesto el 2020 o el 2021 durante las reuniones, mas la sociedad civil sugiere que la constatación se realice desde el 2017 o 2018.
Queda, además, por discutir el delicado tema de la ayuda financiera a los países del sur. En efecto, en el 2009, los países desarrollados se comprometieron a movilizar US$100 mil millones hasta el 2020, para financiar las políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los países en desarrollo. Los beneficiarios de esta suma desean garantías sobre su desembolso y que esta cifra aumente en el tiempo y pueda emplearse en medidas de adaptación. No obstante, los países desarrollados no desean ser los únicos contribuyentes y sugieren que los países en desarrollo, como China, Corea de Sur y los petroleros aporten igualmente a la causa. India se ha mostrado reticente al respecto, señalando el derecho de los países en desarrollo a continuar con su crecimiento, y la responsabilidad histórica de las naciones desarrolladas como causantes del problema. La posición de India resulta totalmente comprensible, cuando se toma en cuenta que entre los años 2000 y 2014, el país tuvo que invertir US$51 mil millones para reponerse de los daños causados por eventos climáticos extremos. A pesar de tal vulnerabilidad, queda un sin sabor, considerando que se trata del cuarto mayor país emisor de gases de efecto invernadero, fuente del cambio climático y del aumento de los eventos climáticos extremos.
Por otro lado, hay actualmente un mayor apoyo para incluir los 1.5ºC en el acuerdo, como aumento máximo de la temperatura promedio del globo, desde la era pre-industrial. Países como Australia, Bolivia, Sudáfrica, Colombia, Indonesia, Tuvalu, Filipinas, Corea y Canadá han reconocido la importancia de esta meta, e inclusive la Unión Europea y los Estados Unidos estarían dispuestos a apoyarla, si es que se elimina del acuerdo toda forma de compensación yresponsabilidad legal por pérdidas y daños como consecuencia del cambio climático. Lamentablemente, estas condiciones no son negociables para los países más vulnerables al fenómeno y cuyos impactos serian irreversibles.
Otro punto clave es la mención de los derechos humanos, aún presentes en el preámbulo del acuerdo y en la parte operativa al finalizar la primera semana. El tema corre peligro, ya que Colombia se opone a su mención en la parte operativa del acuerdo. Recordemos que el acuerdo climático debe ser aprobado por consenso entre las diferentes partes, por lo que basta la oposición de un solo país para que este no se dé.
Es en este contexto que ministros y altos representantes de los Estados miembros deben seguir trabajando los próximos dos días para lograr un acuerdo global más ambicioso. El Perú, por su parte, seguirá abogando por la inclusión de los derechos humanos y por una meta de 1.5ºC, tras ratificar su posición ante la delegación de jóvenes peruanos en París.
tomado de: http://noticiasser.pe/09/12/2015/informe/cop-21-conflicto-de-intereses-latente
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