domingo, 15 de noviembre de 2015

LA DIABETES. Enfermedad que necesita ser prevenida

 Por: Herminio Ludeña Enciso (*)
La diabetes es una enfermedad que necesariamente debe ser prevenida, ello debido a que es una enfermedad incurable, no existen fármacos o formas de curarla cuando ya se presenta la enfermedad y esta acompañara al paciente durante toda su vida. Según expertos en la materia ni siquiera los tratamientos con células madres, ni la medicina alternativa son eficaces para curar la diabetes.
Esta enfermedad se presenta en todo el mundo, pero en los países emergentes se está propagando más. En el Perú, según el primer estudio nacional de la prevalencia de la diabetes, reveló que cerca de un millón de personas mayores de 25 años tienen diabetes en el Perú. Además, dicho estudio demostró que otras dos millones de personas padecen los síntomas de una pre-diabetes.
En resumen diremos que la diabetes es una enfermedad crónica pero tratable y prevenible. Se puede presentar a cualquier edad y durante toda la vida.
Causas.- La insulina es una hormona producida en el páncreas por células especiales, llamadas beta. La insulina es necesaria para mover el azúcar en la sangre (glucosa) hasta las células. Dentro de las células, ésta se almacena y se utiliza posteriormente como fuente de energía.
Cuando usted tiene diabetes tipo 2, los adipocitos, los hepatocitos y las células musculares no responden de manera correcta a dicha insulina. Esto se denomina resistencia a la insulina. Como resultado de esto, el azúcar de la sangre no entra en estas células con el fin de ser almacenado como fuente de energía.
Cuando el azúcar no puede entrar en las células, se acumula un nivel alto de éste en la sangre, lo cual se denomina hiperglucemia.
Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente con el tiempo. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso o son obesas en el momento del diagnóstico. El aumento de la grasa le dificulta al cuerpo el uso de la insulina de la manera correcta.
La diabetes tipo 2 puede presentarse también en personas delgadas. Esto es más común en los ancianos.
Los antecedentes familiares y los genes juegan un papel importante en la diabetes tipo 2. Un bajo nivel de actividad, una dieta deficiente y el peso corporal excesivo alrededor de la cintura aumentan el riesgo de que se presente esta enfermedad. 
Algunos factores de riesgo que predisponen a un individuo a desarrollar diabetes mellitus tipo 2 incluyen:
·         Los antecedentes familiares y la genética, juegan un papel importante.
·         Un bajo nivel de actividad (sedentarismo)
·         Una dieta deficiente
·         Peso excesivo,[] especialmente alrededor de la cintura
·         Etnia (las poblaciones de afroamericanos, hispanoamericanos e indígenas americanos tienen altos índices de diabetes) []
·         Edad superior a 45 años
·         Intolerancia a la glucosa identificada previamente por el médico[
·         Presión arterial alta (Hipertensión)
 Colesterol HDL de menos de 35 mg/dL o niveles de triglicéridos superiores a 250 mg/dL (Dislipidemia)
·         Antecedentes de diabetes gestacional en las mujeres.
Síntomas.- Mencionaremos los principales síntomas a fin de que todas las personas estén enteradas de lo que le va suceder si no se adapta a un sistema dietético adecuado, a lo cual debe sumar la práctica de ejercicios físicos convenientes. La planificación de comidas consiste en elegir alimentos saludables y en comer la cantidad adecuada, a la hora adecuada. Suelen trabajar en colaboración con el médico y el nutricionista para aprender qué cantidades de grasa, proteína y carbohidratos necesita en la dieta.[ Es necesario que los planes específicos de comidas se adapten a los hábitos y preferencias personales.
Cuando la enfermedad está ya avanzada, se observan los siguientes síntomas: sed constante, aumento del apetito, calambres, deseo frecuente de orinar, visión  borrosa cansancio, descenso de peso, entre los síntomas principales.
La diabetes debe prevenirse mediante una buena alimentación y con ejercicios físicos adecuados. Debemos tener en cuenta lo que menciona el Dr. C. Everett Koop, en el libro “Salud es Riqueza”, “La obesidad, la diabetes tipo 2 y la disfunción cardiovascular comparten un conjunto de síntomas comunes (exceso de grasa corporal, niveles elevados de insulina y azúcar en la sangre, insensibilidad a la insulina, niveles altos de colesterol y triglicéridos, disfunción endotelial y deficiencia de óxido nítrico, entre otros) y deficiencia de nutrientes (de coenzima Q10, L- arginina, cromo, vitamina D, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, como el omega 3)”.
De acuerdo a lo que hemos manifestado la nutrición es muy importante en el hombre a fin de mantener nuestra salud, la evolución de nuestros cuerpos será adecuada cuando le brindamos todos los nutrientes esenciales: aminoácidos, carbohidratos, ácidos grasos, vitaminas, minerales, etc. en las cantidades adecuadas. Para lo cual debemos conocer los alimentos que nos pueden proporcionar los nutrientes que necesitamos.
En las próximas décadas los estudios sobre la nutrición  serán mucho más importantes que la medicina que se enseña en las diferentes universidades.
Actualmente ya existen muchos médicos que están investigando, estudiando y adecuando las nuevas formas de encarar esta y otras enfermedades, mediante una adecuada alimentación y otras actividades paralelas. De acuerdo con algunos estudios que podemos observar en el libro “La gran revolución de las grasas”, nos dan grandes diferencias – respecto a lo que recomiendan los médicos tradicionales – para enfrentar a la diabetes “Las vitaminas, los minerales y las proteínas son nutrientes primordiales para los complejos cambios químicos, pero solo la glucosa provee de energía al cerebro. Asimismo, únicamente el cerebro y el hígado son capaces de disponer de la glucosa libremente y en todo momento; todas las demás células del cuerpo son impermeables a ella, a no ser que la insulina les abra la puerta”.
El tipo 1 de la diabetes es el que no produce insulina y por ello se le denomina insulinodependiente, pero en el 90 al 95 por ciento de casos de diabetes no hay insulinodependencia: a este grupo se les denomina como diabéticos del tipo 2. En estos casos (diabetes tipo 2), la insulina es liberada después de la comida, pero la diferencia está en que el cuerpo ya no responde al estimulo insulinico, es decir existe una insensibilidad a la insulina, a ello denominamos resistencia insulínica.
Los niveles altos de insulina bloquean la quema de grasas y, a la vez, incrementan el apetito por los carbohidratos, razón por la cual la gran mayoría de diabéticos tienen sobrepeso u obesidad. Durante años, las células estuvieron abriendo sus puertas a la glucosa; durante años se abusó de las harinas refinadas y los azúcares; el cuerpo tuvo que arreglárselas como pudo, almacenando este exceso bajo la forma de glicógeno y grasa. Ahora las células están saturadas, empalagadas de tanta azúcar, tienen suficiente almacenado como para seguir andando por mucho tiempo. Las células entonces cierran sus puertas y cambian la cerradura, la llave de la insulina ya no sirve para abrirlas. El cuerpo debe así llamar a los refuerzos de insulina; el páncreas pasa a segregar más y la sangre se convierte en una densa mermelada de glucosa, insulina y colesterol.
El mundo está cada día más poblado de diabéticos y del precursor silencioso de este mal: la condición conocida como resistencia insulínica. Esta condición subsiste en amplios sectores de la sociedad, sobre todo en aquellos con dificultad para perder peso, hasta que se declara la diabetes”.
Literatura citada.-
1.      Ignaro, L., Myers, A. Salud es riqueza. Health Value Publications. Primera Edición. Estados Unidos, 2011. 173 pp.
2.      Ignaro, L., et al. Pomegranate juice protects nitric oxide against oxidative destruction and enhances the biological actions of nitric oxide. Nitric Oxide, 2006 Sep; 15(2): 93-102.
3.      Pories WJ, Mehaffy JH, Staton KM. The surgical treatment of type two diabetes mellitus. Surg Clin North Am. 2011;91:821-836.
4.      Sacha Barrio, A. La gran revolución de las grasas. Ed. Planeta. 2003. 208 pp.

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