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miércoles, 19 de julio de 2017

Perú: Aprovechar las oportunidades que brinda una economía mundial en proceso de cambio

18 de noviembre de 2016
Buenas tardes
Profesor Gustavo Yamada, ¡gracias por su generosa presentación! Rectora Elsa Del Castillo, Decano Roberto Urrunaga, estudiantes y miembros del cuerpo docente: gracias por la maravillosa bienvenida que me han brindado.
Durante más de medio siglo, la Universidad del Pacífico (UP) ha desempeñado un papel protagónico en el desarrollo económico y social de Perú y el resto de América Latina. En la actualidad los profesionales egresados de la UP ocupan cargos directivos en las áreas empresarial, financiera, académica y de gobierno, por nombrar algunas.
Por lo tanto, no debe sorprender que casi todos los economistas peruanos del Fondo Monetario Internacional se hayan graduado de la UP. Pero esa no es la única conexión que existe entre nuestras instituciones.
De hecho, en ambas instituciones estamos profundamente dedicados a promover la innovación y el aprendizaje continuo. En ambas estamos muy conscientes también de que las investigaciones más valiosas —las ideas más sobresalientes en materia de política— son las que mejoran nuestras vidas, nuestras economías y nuestras naciones.
Por eso mismo, me produce una satisfacción enorme aceptar su invitación como Miembro Honorario de esta institución en reconocimiento de nuestras metas comunes. Recibo este honor en nombre de los países miembros y de mis colegas del FMI. Me enorgullece encabezar a un destacado grupo de funcionarios públicos que se esfuerzan continuamente por ayudar a crear una economía mundial en la que todos pueden prosperar.
Perú ha desempeñado su parte en el ámbito del liderazgo mundial. El año pasado, por ejemplo, las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial tuvieron lugar en Lima, las primeras que se celebraban en América Latina en casi 50 años.
Para mí, esa fue una ocasión especial, no solo por la extraordinaria hospitalidad que nos brindaron, sino también porque Perú aprovechó esa oportunidad para dar a conocer su abundante cultura y sus increíbles avances económicos y sociales. Perú le ofreció sus brazos al mundo y el mundo le ofreció los suyos.
Como dijo Antonio Raimondi, el gran geógrafo peruano: “¡El Perú tiene escrito en el libro del destino un porvenir grandioso!” [1] . De acuerdo con el libro del destino, el futuro de Perú será magnífico.
1. El mundo que ahora tienen frente a ustedes
Ese optimismo se hace manifiesto hoy en esta sala. Y Perú ha realizado en efecto un increíble recorrido en las últimas décadas, y su generación se encuentra ahora en una situación más ventajosa que la de las generaciones anteriores, prácticamente en todos los sentidos.
Esta es también la historia de la humanidad en su conjunto, naturalmente. Por ejemplo, en 1826, el año en que nació Antonio Raimondi, más del 90% de la humanidad vivía en la extrema pobreza [2]. Este nivel se redujo al 37% en 1990 y a menos del 10% en 2015, porcentaje que tiene un solo dígito por primera vez en la historia [3].
Además de ser más prósperos, los seres humanos gozamos ahora de una vida más larga y saludable. En 1900, la expectativa de vida promedio en el mundo era de 31 años; actualmente es de 71 años. Naturalmente, la expectativa de vida varía sobremanera entre las distintas regiones; desde los 61 años en África hasta más de 80 años en América del Norte, Japón y muchos países europeos [4].
Si consideramos estos datos, junto con muchos otros, observamos un asombroso progreso en el desarrollo humano, progreso que su generación deberá mantener y ampliar.
2. Integración económica mundial
Consideremos también la importancia fundamental de la integración económica mundial en esta región y el resto del mundo. La apertura de los países al comercio, la migración, los flujos de capital y el intercambio de tecnologías ha transformado el mundo.
Por ejemplo, entre 1970 y 2008 las exportaciones mundiales de bienes y servicios se multiplicaron por nueve [5], lo cual contribuyó a que prácticamente se triplicara el ingreso medio en los países emergentes y en desarrollo, y ayudó a que se duplicara con creces el ingreso medio en las economías avanzadas, sacando al mismo tiempo de la pobreza a cientos de millones de personas.
Esto ha beneficiado naturalmente a los países de la zona de la APEC que se reúnen aquí en Lima este fin de semana, y también ha beneficiado a su país. En Perú, en particular, se han logrado enormes avances: la tasa de pobreza en 2015 era menos de la mitad del nivel de hace una década.
En Perú, el ingreso medio —que hoy asciende a USD 6.000 [6]— prácticamente se triplicó en el curso de las últimas dos décadas, gracias a la adopción de políticas macroeconómicas adecuadas y al auge del comercio de materias primas, combinados con un mejor clima de inversión y la creación de programas de protección social más sólidos. En otras palabras, la apertura al comercio no garantiza el éxito, pero sin ella Perú no estaría donde está hoy.
Efectos colaterales del comercio y la innovación
No obstante, los beneficios de la integración económica y del cambio tecnológico no se han distribuido equitativamente.
En Estados Unidos y otras economías avanzadas, por ejemplo, ciertos sectores y regiones han sido fuertemente afectados por la tecnología que ahorra mano de obra y la competencia de países con salarios bajos [7]. Esto ha contribuido a una fuerte caída del empleo en el sector manufacturero estadounidense y ha tenido efectos profundos y duraderos en algunos mercados laborales de ese país [8].
Algunos de estos efectos se observaban ya a principios de la década de 1990, cuando China, India y los antiguos países comunistas se integraron al sistema de comercio mundial. Esa fue una etapa crucial porque el tamaño de la fuerza laboral del mundo se duplicó, lo cual creó presiones a la baja en los salarios, especialmente para los trabajadores menos calificados en la economías avanzadas.
Como todos los demás, los trabajadores se han beneficiado de la reducción del precio de los productos y de las mejores posibilidades de elección generadas por la competencia. Además, la sociedad, como un todo, es actualmente más próspera gracias al aumento de la productividad. Sin embargo, para un importante número de trabajadores menos calificados los efectos colaterales del comercio y la innovación han pesado más que sus beneficios.
Uno de estos efectos colaterales ha sido el aumento de la desigualdad económica en los últimos veinte años. La desigualdad del ingreso, por ejemplo, se ha incrementado sustancialmente en las principales economías avanzadas, especialmente en Asia y Europa oriental. En América Latina, los niveles de desigualdad se han reducido pero sigue siendo la región más desigual del mundo.
Y en todo el mundo avanzado, los niveles de desigualdad siguen siendo elevados. En las principales economías avanzadas, por ejemplo, el ingreso del 10% más rico de la población aumentó un 40% durante las últimas dos décadas, pero solo creció un poco para los situados en el nivel más bajo de la escala [9].
3. Un crecimiento inclusivo es esencial
Las consecuencias sociales y políticas ahora se están haciendo evidentes.
En Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, los electores han dado claras señales de inquietud en lo que respecta a la migración, el comercio y el cambio tecnológico. También han exigido a los responsables de la política económica que promuevan el empleo interno y el crecimiento de los ingresos.
Evidentemente, estos sucesos plantean un dilema para países que en el pasado se han beneficiado considerablemente mediante el comercio, como Perú. Sin embargo, también plantean un desafío intelectual para los encargados de formular la política económica y para los economistas en general.
Nuestra labor consiste en analizar y explicar de qué manera el comercio ha promovido el crecimiento, los casos en que las políticas han sido deficientes y la forma en que podemos hacer extensivos los beneficios de la integración y las nuevas tecnologías, asegurándonos además de que estos se distribuyen de manera más amplia.
En otras palabras, necesitamos un marco de política más eficaz para fomentar un crecimiento inclusivo. Consideren la reconversión laboral como una forma de ayudar a los trabajadores desplazados por la tercerización; consideren además el salario mínimo e incentivos tributarios para ofrecer a la mujer más oportunidades en el mercado de trabajo, y piensen también en la adopción de políticas de educación inteligentes, para que los jóvenes puedan prosperar en una economía digital.
Además, necesitamos mayor equidad económica. Esto, por ejemplo, requiere la creación de un sistema tributario internacional que minimice las lagunas de la legislación y nos proteja frente a los efectos corrosivos de la corrupción. También es necesario proteger la base tributaria de los países de bajo ingreso, y así evitar que las empresas multinacionales transfieran sus utilidades a localidades donde los impuestos son bajos.
Estos son solo algunos de los componentes de un marco de política más inclusivo. Se necesita una labor más amplia para identificar otros componentes mejores y para usarlos de forma más eficaz. Espero poder compartir con ustedes más información relacionada con las investigaciones que estamos realizando en el FMI en este ámbito.
4. Transformación de la economía peruana
Ahora bien, ¿qué significa esto para Perú, que ha seguido siendo una de las economías de crecimiento más rápido en América Latina? Prevemos que la economía peruana crecerá en alrededor de 4% este año y el siguiente, y lo más probable es que ese porcentaje sea incluso mayor.
Este es el tipo de optimismo que Antonio Raimondi reconocería si estuviera aquí. En el siglo XIX Raimondi imaginó un “futuro magnífico” para los peruanos. Los encargados de la política económica cuentan hoy con una oportunidad para hacer realidad ese sueño.
¿Cómo? Sacando partido de un sólido marco de política que en el curso de los últimos dos años ha dado buenos resultados. Desatando la energía creadora de una fuerza laboral joven y de rápido crecimiento. Y sacando adelante reformas económicas que permitirán diversificar la economía del país y dar alcance a otros países de alto ingreso.
Aprovechar las oportunidades existentes
Teniendo esto en cuenta, quisiera destacar tres oportunidades que Perú puede aprovechar ahora mismo.
Primero, acelerar la reforma educacional que está en curso actualmente mediante un mejoramiento de la gestión de escuelas y una modernización de la infraestructura escolar, lo cual conlleva la reducción de una brecha equivalente a alrededor del 10% del PIB en la infraestructura.
Se necesita un nuevo enfoque para mejorar las aptitudes básicas de lectura, escritura y matemáticas [10] y mejorar el acceso a la enseñanza superior para los estudiantes de bajo ingreso y los que viven en zonas rurales.
Segundo, aumentar la inversión en los sistemas de transporte, telecomunicaciones, energía, agua y saneamiento. Un buen ejemplo de esto es la ampliación del Metro en Lima, que permitirá mejorar la conectividad y reducir la congestión vehicular. Otro ejemplo es la construcción de nuevos caminos para conectar la zona costera con la Sierra y la región del Amazonas. Estas conexiones tendrán un efecto favorable en el sector empresarial y los consumidores.
Dada una brecha de infraestructura estimada equivalente al 35% del PIB [11], Perú deberá aumentar los ingresos fiscales y mejorar el marco para las asociaciones público-privadas.
Tercero, promover una mayor inclusión financiera como un medio para reducir la pobreza y la desigualdad. Piensen en las enormes posibilidades de un sistema de operaciones bancarias basado en el uso de teléfonos celulares en un país donde el 75% de la población tiene un teléfono móvil.
El gobierno se ha tomado muy en serio esta oportunidad y ha formulado una estrategia nacional para ampliar el acceso a cuentas personales. Y en el sector privado, las empresas de telecomunicaciones y los proveedores de servicios financieros han convenido en crear la Billetera móvil (BiM), una plataforma de dinero electrónico de rápido crecimiento.
Otro buen ejemplo de inclusión financiera es el programa de microcrédito Haku Wiñay, que pueden convertir a los pobres —en su mayoría mujeres— en microempresarios de éxito, como lo pude observar en la región de Ayacucho el año pasado.
Quisiera recalcar que, en los últimos años, Perú ha hecho importantes avances en materia de inclusión financiera [12]. No obstante, se debe hacer más por reducir la brecha que existe con otros países de América Latina y el resto del mundo, sobre todo en el área de la inclusión financiera de la mujer.
El incremento de la inclusión financiera de la mujer es bueno para los hogares, las empresas y las economías. En las economías emergentes y en desarrollo, por ejemplo, el 70% de las pequeñas y medianas empresas propiedad de mujeres o bien no son atendidas por las instituciones financieras, o bien reciben una atención deficiente[13]. Esto es una magnífica oportunidad económica que se debe aprovechar.
Informalidad
Estoy segura de que, a medida que ustedes sigan fomentando un modelo de crecimiento más inclusivo, podrán observar también una reducción de la actividad económica informal, que tradicionalmente ha sido elevada en Perú.
Una reducción de la informalidad puede traducirse en un incremento de la productividad, dado que las economías de escala y un mejor acceso a los servicios financieros benefician a las empresas. En Perú podría producirse un círculo virtuoso de mayor crecimiento y mejores políticas macroeconómicas que culmine en niveles más altos de formalización y productividad en la economía, lo que a su vez impulsaría un mayor nivel de crecimiento [14].
¿Podrá Perú sacar provecho de las oportunidades existentes en materia de educación, infraestructura e inclusión? Estoy firmemente convencida de que estoes posible gracias a la increíble energía e ingenio de los peruanos.
Y más que nada, gracias a ustedes.
Conclusión
En esta sala veo a los encargados de la política económica y a los líderes empresariales del mañana. Veo también a la generación que contará con una extraordinaria oportunidad para encabezar la transformación de la economía peruana en el siglo XXI. ¡Qué posibilidad más excitante! ¡Y que responsabilidad más grande!
Como lo dijo Mario Vargas Llosa: “A veces, los economistas cuentan mejores historias que los novelistas”.
Ustedes tendrán la oportunidad de relatar su propia contribución a crear un clima de apertura, inclusión y prosperidad para todos, en su país y en el resto del mundo. Sus hijos y sus nietos escucharán ese relato, y se los agradecerán.
Muchas gracias .


[1] Fuente: Llona, Emiliano. La Obra, de Raimondi. Colección de artículos publicados en el Comercio del Lima, 1884, págs. 39-40.
[2] La extrema pobreza se define como un ingreso diario de menos de USD 2 en términos de dinero actual.
[3] Estimaciones del Banco Mundial.
[4] Estimaciones de las Naciones Unidas.
[5] Estimaciones del FMI.
[6] USD 6.000 a precios corriente; USD 12.000 en términos de la paridad del poder adquisitivo.
[7] Justin R. Pierce y Peter K. Schott, “The Surprisingly Swift Decline of U.S. Manufacturing Employment”, NBER Working Paper , diciembre de 2012.
[8] David Autor, David Dorn y Gordon Hanson, “The China Shock: Learning from Labor Market Adjustment to Large Changes in Trade”NBER Working Paper, febrero de 2016.
[9] Países: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia y Reino Unido. Nota del FMI: “Global Prospects and Policy Challenges”, Reunión de los líderes del Grupo de los Veinte, 4 y 5 de septiembre de 2016.
[10] Perú obtuvo el puntaje más bajo en el examen de 2012 del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (el informe PISA, por sus siglas en inglés) en base a una muestra de 66 países.
[11] Período de 2016–20.
[12] En el análisis del entorno para la inclusión financiera del informe Microscopio Global de The Economist, Perú figura al tope de la lista en lo que respecta a la creación de un clima adecuado para la inclusión financiera.
[13] FMI, Documento de análisis del personal técnico del FMI: “ Financial Inclusion—Can it Meet Multiple Macroeconomic Goals?”.
[14] Documento de estudio : “Informality and Development”, de Rafael La Porta y Andrei Shleifer, Journal of Economic Perspectives, volúmen 28, número 3, 2014. Véase también el estudio de Hernando De Soto sobre los efectos de una reglamentación excesiva o ineficiente del sector informal por parte del gobierno.
Departamento de Comunicaciones del FMI

El argumento económico en favor de empoderar a las mujeres

18 de noviembre de 2016
Señoras y señores, distinguidos invitados, buenas tardes.
Estoy encantada de regresar a Lima, la ciudad que organizó con gran éxito las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial el año pasado.
Me complace también tener la oportunidad de dirigirme a los encargados de la formulación de políticas y a los líderes de la comunidad empresarial de una región tan dinámica como el APEC —hogar del 40% de la población mundial y origen de un 60% del producto económico mundial.
En particular, me complace hablar de un tema que me es tan cercano: el empoderamiento de las mujeres.
Isabel Allende, la renombrada novelista chilena, dijo una vez: “Si una mujer está empoderada, sus hijos y su familia van a estar mejor. Si las familias prosperan, el pueblo prospera, y al final también lo hace todo el país”.
En las últimas décadas, mujeres de todo el mundo han logrado sobrepasar las barreras del nivel de educación, la participación económica e, incluso, la representación política. Según el último Informe sobre la brecha mundial de género (Global Gender Gap Report) del Foro Económico Mundial, América Latina es la región donde los progresos, en términos absolutos, han sido mayores en los últimos diez años, seguida de Asia y la región del Pacífico. Por tanto, en algunos aspectos, el APEC va a la cabeza.
Y, aun así, estos avances importantes no han sido suficientes para cerrar la brecha de género. A nivel mundial, solo 55% de las mujeres tienen la oportunidad de participar en la fuerza laboral, frente a 80% de los hombres. Las mujeres siguen ganando aproximadamente la mitad que los hombres por la misma clase de trabajo, y representan únicamente 20% de los parlamentarios de todo el mundo [1] .
Es evidente que, en muchos lugares, la igualdad de género sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar. El argumento ético en favor de la equidad de género es claro.Como también lo es el económico.
Ahora que los países en todo el mundo luchan por alcanzar un crecimiento más rápido de sus economías y reducir la desigualdad, aprovechar el enorme potencial de las mujeres puede suponer un punto de inflexión. Incluso me atrevería a ir más allá: no hay que pensárselo dos veces.
La labor realizada por el FMI demuestra claramente que empoderar a las mujerestiene efectivamente un irrefutable sentido económico. Y todos —gobiernos, sector privado e instituciones financieras internacionales— tienen un importante cometido.
1. ¿Por qué supone el empoderamiento de las mujeres un punto de inflexión?
En reiteradas ocasiones he manifestado que el crecimiento mundial ha sido demasiado bajo durante demasiado tiempo, y que además ha beneficiado a demasiado pocos. Algunos países afrontan transiciones, como el ajuste a la reducción de los precios del petróleo; otros se enfrentan a la fuerza inmutable del envejecimiento de la población y sus repercusiones sobre la fuerza laboral y el crecimiento de la productividad.
Las mujeres pueden ser la solución a estos problemas, básicamente por tres razones.
Primera razón: el empoderamiento de las mujeres puede impulsar el crecimiento y reducir la desigualdad. Si queremos que todo el mundo tenga un pedazo más grande de la torta, la torta tiene que crecer.
Los estudios que hemos llevado a cabo muestran que el incremento de la participación de la mujer en la fuerza laboral puede tener beneficios macroeconómicos significativos. Por ejemplo, si los países de América Latina aumentasen la participación laboral femenina hasta el nivel medio de los países nórdicos (que ronda el 60%), el PIB per cápita podría ser hasta un 10% más alto [2] .
La inclusión de género no solo respalda el crecimiento, sino que también es capaz de reducir la desigualdad del ingreso. Una vez más, nuestros estudios demuestran que pasar de un contexto de desigualdad de género perfecta a uno de igualdad de género perfecta equivale a reducir la desigualdad del ingreso de los niveles de Venezuela a los de Suecia [3] .
Así, una vez más, aprovechar el potencial de las mujeres no solo aumentará el tamaño de la torta, sino que hará que su reparto sea más equitativo.
La segunda razón por la cual el empoderamiento de las mujeres supone un punto de inflexión es que puede contribuir a mitigar los efectos demográficos.
Muchos países avanzados, y algunos de los emergentes también, tienen dificultades para elevar el potencial de crecimiento debido al envejecimiento de la población y la reducción de la fuerza laboral. Las mujeres pueden formar parte de la solución.
En Japón, por ejemplo, un incremento de la participación de la mujer en la fuerza laboral que la situase en los niveles del norte de Europa podría impulsar el crecimiento del PIB en hasta 0,4 puntos porcentuales durante los años de transición[4] . Como las tasas de crecimiento de Japón se situarán en torno al 0,5% este año y el próximo, los beneficios económicos pueden ser enormes.
Las consecuencias de dar empleo a un mayor número de mujeres muy calificadas sobre el crecimiento de la productividad en general podrían ser incluso más significativas: hasta 0,4 puntos porcentuales anuales en Canadá [5] .
Por tanto, el acceso de un mayor número de mujeres a la fuerza de trabajo ampliaría la reserva de talento del mercado laboral, impulsando la productividad y el crecimiento.
La tercera razón por la cual, en mi opinión, este es el punto de inflexión: una mayor participación económica de la mujer respalda la diversificación.
La caída de los precios del petróleo ha afectado especialmente a muchos países exportadores de materias primas. Es el caso de varios países del APEC, y de América Latina en general. Estos países afrontan ahora la ardua tarea de diversificar su economía para generar nuevos factores impulsores del crecimiento.
En este cometido, la inclusión de las mujeres puede ser de utilidad. En los países de bajo ingreso y en desarrollo, pasar de la desigualdad de género perfecta a la igualdad perfecta equivale a pasar de una economía muy poco diversificada a otra con una diversificación de las exportaciones normal [6] .
¿Cómo? Cerrar las brechas de género en educación amplía la reserva de capital humano, que es fundamental para la adopción e innovación tecnológicas. Cerrar las brechas de participación laboral incrementa también la capacidad de un país de crear y ejecutar ideas, algo esencial para la diversificación.
En resumidas cuentas: las mujeres son la solución a muchos de los problemas que afrontan hoy en día países de todo el mundo. Pueden cambiar las reglas del juego económico. La pregunta que debemos formularnos es clara: ¿Cómo podemos hacer para que más mujeres participen en la economía?
2. Cómo llegar al objetivo: El papel de cada uno
Los factores impulsores —y las trabas— son complejos y polifacéticos. Para reducir las brechas de género es necesario acordar un programa integral y contar con el compromiso de los gobiernos, el sector privado y las instituciones internacionales para con la equidad de género.
i) Gobiernos
Los gobiernos disponen de varias vías para demostrar su capacidad de liderazgo.
La política fiscal constituye un buen punto de partida, porque sabemos que su diseño puede ayudar a alcanzar los objetivos de igualdad de género.
Por ejemplo, las reformas fiscales que comportan una reducción de los impuestos sobre el ingreso secundario de una familia, que casi siempre es el de una mujer, pueden alentar a más mujeres a incorporarse al mercado laboral.
Canadá lo puso en práctica en la década de 1990, a través de una mejora de los incentivos de los ingresos secundarios, introduciendo recortes tributarios y prestaciones para las familias con hijos. Actualmente, la tasa de participación laboral femenina de Canadá está por encima del 80% y supera la de Estados Unidos, del 74% [7] .
También son importantes las políticas de respaldo a las familias, especialmente en los países de América Latina que han avanzado a pasos agigantados en la participación de las mujeres jóvenes en la fuerza laboral. Una vez que llegan a la edad fértil, es fundamental que existan políticas encaminadas a mantener su compromiso con el mercado de trabajo, y disponemos de muchos ejemplos de políticas que han funcionado.
En México, los servicios de guardería gratuitos o subvencionados prestados a través del programa Estancias Infantiles han contribuido a aumentar la probabilidad de que la madre tenga un trabajo. En Chile, el aumento del número de horas que los niños pasan en la escuela, a través del programa Jornada Escolar Completa, permite que las madres dispongan de más tiempo para trabajar más horas [8] .
Asimismo, los gobiernos pueden dar el ejemplo y ofrecer condiciones igualitarias a las mujeres. En más de 100 países existe por lo menos una traba jurídica que entorpece la participación económica de las mujeres. En algunos países, las mujeres no tienen derecho a firmar contratos, abrir una cuenta corriente o emprender acciones legales sin el consentimiento de su marido.
En este sentido, el caso de Perú representa un éxito notable. A partir de mediados de la década de 1990, Perú modificó las leyes que limitaban los derechos jurídicos de las mujeres. Una década más tarde, la participación de las mujeres en la fuerza laboral se había incrementado en 15 puntos porcentuales [9] .
Hemos observado resultados positivos similares también en otras regiones. Por ejemplo, luego de que Namibia reforzara los derechos jurídicos de las mujeres, entre ellos, la capacidad para firmar contratos, ejercer una profesión y abrir una cuenta de banco sin necesidad del permiso de su marido, la participación de la mujer en la fuerza laboral aumentó 10 puntos porcentuales.
Así pues, pequeños cambios jurídicos pueden marcar la diferencia.
ii) El sector privado
¿Y las empresas? Las empresas también pueden marcar la diferencia.
Uno de los ámbitos que reclama mayores avances es el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad y consejos de administración. Según nuestros estudios, añadir una mujer a la alta gerencia o al consejo de administración sin variar el número de miembros se asocia a un incremento del rendimiento de los activos de 8-13 puntos básicos [10] .
En resumidas cuentas: ampliar el número de mujeres con cargos de responsabilidad es bueno. No obstante, en abril de 2015, de cada 100 miembros de consejos de administración de grandes empresas que cotizan en bolsa en Europa solo 23 eran mujeres, y únicamente el 4% de los directores ejecutivos de estas compañías eran mujeres.
Empoderar a las mujeres es, además, una buena práctica empresarial. ¿Qué quiero decir con eso?
Según un estudio llevado a cabo recientemente por Google, una de las características que comparten sus equipos de éxito es la capacidad de crear zonas de "seguridad psicológica", es decir, espacios en los que todos sus miembros se expresan más o menos en la misma proporción y sin miedo a ser avergonzados [11]. Dicho de otra forma: los equipos que dan la palabra a todos sus miembros, incluidas las mujeres —que suelen ser más tímidas y no se atreven a hablar—, logran aprovechar la diversidad de opiniones en beneficio de una mejora de los resultados empresariales [12] .
Para fomentar la equidad de género, además de dar voz, las empresas pueden asegurar que exista paridad salarial por idénticos puestos de trabajo y ampliar el acceso a la licencia por maternidad.
El sector financiero también puede aportar su grano de arena a la inclusión financiera de las mujeres, ámbito en el cual el Perú ha registrado avances encomiables. En 2014, cerca del 90% de las empresas tenían acceso a una cuenta corriente. Sin embargo, el nivel de acceso de las mujeres se situaba solo en el 22%, así que claramente puede hacerse mucho más para que aumente el número de mujeres que se incorporan a la red financiera, también en el sector informal.
iii) Instituciones financieras internacionales
Las instituciones financieras internacionales también tienen su cometido.
Para empezar, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres están ahora entre las 17 prioridades de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para alcanzar el crecimiento inclusivo en 2030.
Sin embargo, para lograr este objetivo habrá que mejorar los datos y la investigación para comprender mejor los factores impulsores del empoderamiento de las mujeres y seguir su evolución. Es aquí donde entran en juego instituciones como el FMI.
En los últimos años, hemos intensificado el estudio de temas de género. Muchos de los ejemplos a los que me he referido anteriormente se basan en este conjunto cada vez mayor de estudios. E iremos todavía más allá: pondremos en práctica estas conclusiones a través de nuestra labor de supervisión y nuestros programas.
Por ejemplo, hemos comenzado a incorporar objetivos de igualdad de género a las Consultas anuales del Artículo IV, donde la participación económica de las mujeres puede tener repercusiones importantes. Asimismo, hemos completado el análisis de 13 países, lo cual nos permitirá ofrecer recomendaciones de política "a medida" en materia de equidad de género.
Por otro lado, hemos incluido el objetivo de incrementar la participación económica de las mujeres en un programa respaldado por el FMI en Jordania. Y lo mismo estamos haciendo con el programa que anunciamos recientemente para Egipto, centrado en mejorar la seguridad de las mujeres en el transporte.
Queda muchísimo por hacer, pero la labor de promoción de la equidad de género definitivamente ha comenzado.
Conclusiones
En las dos últimas décadas, los países del APEC han avanzado notablemente hacia la mejora de la participación económica de las mujeres y se encuentran ahora en buenas condiciones para liderar el camino a seguir.
El FMI será su aliado en tan arduo proyecto.
Gracias.


[1] Foro Económico Mundial (2016). The Global Gender Gap Report 2015.
[2] Natalia Novta, Alejandro Werner y Joyce Wong (2016). Women at Work: Remarkable Achievement in Latin America and the Caribbean.
[4] Véase Chad Steinberg y Masato Nakane (2012). “Can Women Save Japan?Documento de trabajo del FMI 12/248.
[5] Véase Christine Lagarde (2016). To Boost Growth: Employ More Women. Concretamente, un incremento de un punto porcentual de la participación laboral de las mujeres con estudios superiores podría elevar el crecimiento general de la productividad laboral de Canadá entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales anuales.
[7] Véase Christine Lagarde (2016). To Boost Growth: Employ More Women.
[8] Natalia Novta, Alejandro Werner y Joyce Wong (2016). Women at Work: Remarkable Achievement in Latin America and the Caribbean.
Departamento de Comunicaciones del FMI

viernes, 19 de febrero de 2016

Crecimiento global será decepcionante en 2016 advierte el FMI

Berlín. El crecimiento económico global será "decepcionante" el próximo año, dijo la jefa del Fondo Monetario Internacional en un artículo publicado el miércoles en el diario alemán Handelsblatt.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que la posibilidad de crecientes tasas de interés en Estados Unidos y una desaceleración económica en China estaban contribuyendo a la incertidumbre y a un mayor riesgo de vulnerabilidad económica en todo el mundo.
Además, el crecimiento en el comercio global se ha desacelerado considerablemente y un declive de los precios de las materias primas está presentando problemas para las economías basadas en ellas, mientras que el sector financiero en muchos países aún tiene debilidades y están aumentando los riesgos financieros en los mercados emergentes, agregó Lagarde.
"Todo eso se traduce en que el crecimiento global será decepcionante y dispar en 2016", escribió, y agregó que la baja productividad, el envejecimiento de la población y los efectos de la crisis financiera global están frenando a la expansión.
También dijo que el inicio de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y el cambio de China a un crecimiento basado en el consumo eran acciones "necesarias y saludables", pero que deben tener lugar en la forma más eficiente como sea posible.
Lagarde dijo que aunque otros países además de economías altamente desarrolladas están generalmente mejor preparados ahora para tasas de interés más alta de lo que habían estado en el pasado, le preocupa su capacidad de absorber impactos.
"La mayoría de las economías altamente desarrolladas, excepto Estados Unidos y posiblemente Gran Bretaña, seguirán necesitando política monetaria expansiva, pero todos los países en esta categoría deberían considerar efectos de propagación a la hora de tomar decisiones", sostuvo.
La directora gerente del FMI afirmó que el alza de las tasas de interés en Estados Unidos y la fortaleza del dólar podrían llevar a empresas a incumplir en sus pagos y que eso podría entonces "infectar" a bancos y estados.

autor

Reuters

domingo, 22 de noviembre de 2015

Director Gerente del FMI pide impuesto del carbón


Fondo Monetario Internacional, FMI, Christine Lagarde, COP21, impuesto sobre el carbono, la tapa y el comercio, el cambio climático, León Kaye
Christine Lagarde del FMI ha pedido un impuesto sobre el carbono, y pronto.

Dependiendo del punto de vista de uno, el Fondo Monetario Internacional (FMI) es o bien la organización mundial encargada de mantener la estabilidad económica mundial o el grupo que subyuga a los países en desarrollo a la asistencia financiera con condiciones onerosas que hacen la vida peor para los pobres. Pero esta organización, que ha causado su parte justa de la controversia de su participación en las crisis fiscales de Islandia a Corea del Sur, es encontrar en sí frente y al centro de otras peleas de política fiscal.
Ahora, el FMI se ha convertido en el último defensor de una nueva vuelta de tuerca a la reforma financiera como su director gerente, Christine Lagarde, ha añadido su voz al coro mundial pidiendo un impuesto sobre el carbono.
"Para hacerlo bien, tenemos que el precio de las cosas bien", exhortó Lagarde en las recientes reuniones del FMI y el Banco Mundial celebrada la semana pasada en Lima, Perú. Criticar a los subsidios energéticos globales, que decía total de $ 5.3 billón al año, o 6.5 por ciento del PIB mundial, Lagarde insistió en que ahora es el momento de eliminar tales apoyos a los precios y los incentivos fiscales, ya que el precio actual de la energía es muy bajo.
Citado por varias fuentes como la descripción del cambio climático como una "macro-crítico tema", la postura de Lagarde es una señal alentadora para los defensores de impuestos de carbono debido a que tales políticas, según el FMI, son fundamentales para el desarrollo económico sostenido y seguro. "Es el momento adecuado para introducir un impuesto sobre el carbono y el momento justo para eliminar subsidios a la energía", dijo Lagarde en un panel durante las reuniones en Lima.
Con cerca de seis semanas para que la COP21 conversaciones sobre el clima lanzan en París, muchos observadores creen que la comunidad mundial tiene un largo camino por delante a un acuerdo que limitaría las emisiones globales a 2 grados centígrados. Martin Wolf del Financial Times, una publicación no siempre simpático a causas relacionadas con el cambio climático, la llamada a cabo los países en esta misma reunión en desarrollo, diciendo que han "fracasado completamente" tanto tomar ventaja de los bajos precios de la energía mundial y tener éxito en la promulgación de políticas que podrían desempeñar un papel en la cale lo que los científicos están de acuerdo en ser un calentamiento del clima de la tierra.
Otros oradores en la reunión de Lima lamentaron la oportunidad perdida para poner en marcha los mecanismos financieros, tales como un programa de comercio de impuesto sobre el carbono o las emisiones, que ahora sería más aceptable para los consumidores con precios del petróleo muy por debajo de $ 50 por barril. De acuerdo con un informe emitido por la Nueva Economía del Clima, de los 40 países y 20 gobiernos locales y regionales que han implementado un impuesto sobre el carbono, la mayoría ha mostrado promesa como una manera de hacer la transición hacia una economía baja en carbono, mientras que ayudar a los gobiernos a lograr la estabilidad financiera. Un impuesto sobre el carbono neutral para los ingresos en la Columbia Británica, por ejemplo, reduce el consumo de combustible en esa provincia en un 16 por ciento mientras que el resto de Canadá vio el uso de aumento de combustible del 3 por ciento.
Es la voz de Lagarde y el FMI, sin embargo, que podría ser decisivo en empujando a más países a adoptar políticas de fijación de precios del carbono que ayudarían a sus sociedades se hacen más eficiente de la energía, mientras que la creación de nuevas fuentes de ingresos. Lagarde insistió en dichos programas podrían ayudar a recaudar hasta $ 100 millones en 2020, lo que podría ser utilizado para ayudar a los países pobres implementen planes de mitigación del cambio climático. Dichos ingresos también podrían crear "amortiguadores" en el caso de los tesoros nacionales o ministerios de finanzas tienen que hacer frente a una crisis financiera imprevista.
Di lo que quieras sobre el FMI, pero los gobiernos escuchen a este 70 años de edad institución. Y con las empresas de energía evidencias que sugieren están reconsiderando su postura en un impuesto sobre el carbono, podríamos estar en la cúspide de un cambio en la política financiera y ambiental global considerado impensable por la mayoría de expertos hace apenas unos años.

Crédito de la imagen: Foro Económico Mundial

domingo, 1 de noviembre de 2015

Cómo gestionar la montaña rusa de las materias primas

La economía mundial atraviesa importantes transiciones que llevan asociadas ciertas incertidumbres.
  • Los precios de las materias primas han sufrido un fuerte descenso, lo cual ha tenido consecuencias negativas para los países exportadores.
  • El reequilibrio de China y los previstos aumentos de la tasa de interés en Estados Unidos están provocando importantes y costosos efectos de contagio en otras economías.
  • Estos y otros factores plantean retos fiscales importantes, en especial para los mercados emergentes.
De hecho, desde nuestra valoración de abril, hemos observado un deterioro significativo de las posiciones fiscales (medidas a partir del balance primario) de las economías emergentes y los países exportadores de materias primas (gráfico 1), lo cual se ha traducido en un aumento del nivel de deuda pública.
Por tanto, es oportuno que la presente edición del Monitor Fiscal se centre en la ejecución de la política fiscal en un entorno de incertidumbre y preste especial atención a la incertidumbre generada por las fluctuaciones de precios de las materias primas.
Auge y caída de los ingresos procedentes de las materias primas
La fuerte caída de los precios de las materias primas ocurrida recientemente nos ha recordado que dichos precios son volátiles y muy difíciles de predecir. La historia demuestra que los auges y caídas de los precios de las materias primas pueden presentar variaciones de hasta el 40%–80%. Además, estas variaciones pueden ser muy persistentes.
Lo que documentamos es que la política fiscal resulta clave para la transmisión de las fluctuaciones de precios de las materias primas al resto de la economía, por al menos dos motivos. El primero, que en los países con gobiernos muy dependientes de los ingresos procedentes de las materias primas los precios de estas suelen provocar amplias fluctuaciones de los ingresos fiscales. El segundo, que se ha demostrado que aislar el gasto público del ingreso volátil es extremadamente complicado. En consecuencia, en estos países el gasto ha sido marcadamente procíclico, aumentando durante los auges de precios y reduciéndose durante sus caídas.
Esta vez no es distinto. Las repercusiones fiscales del fuerte descenso de los precios de las materias primas son de grandes proporciones. El deterioro del balance primario en los países exportadores de materias primas en 2015 asciende aproximadamente a 5 puntos porcentuales del PIB, si bien en países como Arabia Saudita y Venezuela la caída ha sido especialmente pronunciada. Ello refleja la enorme reversión del ingreso extraordinario acumulado por los exportadores de materias primas durante los años de auge. Hasta la fecha, aproximadamente la mitad de estas ganancias inesperadas han sido contrarrestadas (gráfico 2).
FMChart2
Además, no solo los ingresos son más débiles, sino que en los países exportadores de materias primas las condiciones de financiamiento externo se han endurecido, lo cual dificulta y encarece el financiamiento de la deuda (gráfico 3). De hecho, los mercados financieros mundiales son especialmente implacables: las condiciones financieras suelen empeorar significativamente precisamente cuando los exportadores de materias primas necesitan financiamiento.
FMChart3
Los exportadores de materias primas que acumularon reservas durante los años de auge o tuvieron mayores facilidades para acceder a los mercados de capital, como Chile, los países del Golfo y Noruega, han estado en mejores condiciones para respaldar el gasto público. En muchos otros países, en cambio, existe presión sobre los presupuestos.
Todos los exportadores de materias primas deberán ajustar el gasto público a la disminución de los ingresos procedentes de las materias primas, salvaguardando dentro de lo posible el capital esencial y el gasto social. El ritmo del ajuste dependerá de la disponibilidad de reservas y del acceso al mercado. Este último está fuertemente supeditado a la credibilidad del marco fiscal.
¿Qué ocurre con los países no exportadores de materias primas? Los balances fiscales de las economías de mercados emergentes y de bajo ingreso también han empeorado, lo cual refleja una combinación de las débiles perspectivas de crecimiento y los factores específicos de cada país. Resulta alentador que las perspectivas en las economías avanzadas se mantengan en términos generales sin variación respecto a abril, y en general la moderada recuperación avanza acorde con las proyecciones anteriores.
No obstante, sigue muy vigente lo que venimos advirtiendo desde hace tiempo sobre los efectos económicos negativos de una elevada deuda pública. En las economías avanzadas y algunos países de mercados emergentes, los niveles de deuda han alcanzado niveles extraordinariamente altos y, para empeorar las cosas, estas economías deberán hacer frente a enormes obligaciones en el futuro derivadas del gasto vinculado al envejecimiento de la población. Estimamos que el gasto en salud y pensiones aumentará hasta el 25% del PIB a finales de este siglo en las economías avanzadas, y hasta el 16% del PIB en los países menos desarrollados (gráfico 4). A finales de este mes, en Tokio, presentaremos datos nuevos y significativos sobre las repercusiones fiscales de las tendencias demográficas.
Cómo prosperar en una senda tormentosa
Dada la magnitud de los retos que acabo de presentar, el principal interrogante es: ¿de qué modo pueden los gobiernos gestionar las finanzas públicas para abordar estos enormes retos a largo plazo y lidiar a la vez con los importantes riesgos e incertidumbres a más corto plazo?
La respuesta a dicho interrogante, y uno de los principales mensajes del Monitor Fiscal, es que la ejecución de la política fiscal en un entorno de incertidumbre puede mejorarse con la adopción de un marco de gestión de riesgos sólido y coherente.  En nuestra opinión, dicho marco debe apoyarse en cuatro pilares:
El primero, que los ingresos presupuestarios deberían proceder en su mayoría de una tributación de base amplia, respaldada por un riguroso cumplimiento. En el caso de los exportadores de materias primas, una movilización más eficiente del ingreso puede mitigar su volatilidad. Un caso aparte es la tributación de las corporaciones multinacionales. Estas reformas pueden incluirse en las estrategias de ajuste fiscal que los exportadores de materias primas deberán aplicar.
El segundo, que mejorar la eficiencia del gasto, incluida la reforma de los subsidios energéticos, sigue siendo prioritario y puede facilitar el ajuste fiscal. Lo mismo ocurre en ámbitos fundamentales para el crecimiento sostenible e inclusivo, como la inversión pública, la salud y la educación.
El tercero, que es importante poner en funcionamiento marcos fiscales que ayuden a los países a ahorrar durante los períodos de bonanza, para que puedan proteger el gasto durante los tiempos difíciles. En los países productores de materias primas, este ahorro debe encontrar el justo equilibrio entre la acumulación de activos financieros, la inversión en infraestructura física y la inversión en personas, a través del gasto en salud y educación. Asimismo, es esencial comenzar ahora a aplicar un marco más sólido, que ayude a los países a abordar la incertidumbre que planea sobre su camino.
Y el cuarto, que la calidad de las instituciones es crucial. Las normas y procedimientos fiscales son importantes, pero deben verse respaldados por un compromiso social y político más amplio con el cumplimiento de dichas normas y leyes.
Estos pilares tienen importancia para todos los países, pero son especialmente vitales para los países ricos en recursos naturales, donde las condiciones de gestión de las finanzas públicas suponen un reto mucho mayor. El FMI sigue comprometido a ayudar a sus países miembros a levantar dichos pilares, no solo en el análisis que presento hoy aquí, sino también en el marco del diálogo sobre políticas que mantiene periódicamente con los distintos países, y de la amplia asistencia técnica que prestamos.