Aunque en términos generales 2015 no ha sido un buen año para las economías latinoamericanas, en el ámbito del desarrollo se pueden rescatar algunos avances.
El actual escenario de caída en el crecimiento medio de la región está obligando a los gobiernos a tomar medidas para preservar los avances sociales cosechados en la última década, aquellos que ayudaron a sacar de la pobreza a 73 millones de latinoamericanos y a incrementar en un 50% las filas de la clase media.
De todas formas, en 2015 se han registrado ciertos logros que contribuyen, modestamente, a acercar a los países latinoamericanos a la liga de las economías más avanzadas. Entre ellos destacan las medidas de adaptación al cambio climático, progresos para lograr la equidad de género, la lucha contra la pobreza o la mejora de los indicadores de mortalidad infantil y materna.
En cuanto al desarrollo global, el hito más destacado es, sin lugar a dudas, el histórico acuerdo climático de París, que deberá contribuir a que la temperatura no aumente por encima de los 2 grados para el 2100. También es importante la creación de las 17 nuevas metas del desarrollo, que reemplazan a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) marcados por las Naciones Unidas, y que dan prioridad a la erradicación de la pobreza, la promoción de la equidad de género o la lucha contra el calentamiento global.
A continuación resumimos lo más destacado del año en el ámbito del desarrollo de América Latina:
- América Latina, clave contra el cambio climático: la región tiene las reservas de bosque y agua dulce más extensas del planeta (entre las que destaca la Amazonia), es la región más biodiversa y cuenta con la matriz energética más limpia. Ha desarrollado medidas exitosas de adaptación, como la creación de bancos de semillas o la protección de los bosques. En la región, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, el GEF, el Fondo de Adaptación y el Fondo Verde para el Clima, entre otros, son actores clave en el financiamiento verde, en la generación de conocimiento y en el apoyo a los países para formular políticas climáticas.
- Éxito en los Objetivos de Desarrollo del Milenio: a finales de este año se cierran simbólicamente los ODM y la buena noticia es que América Latina ha logrado prácticamente todos los objetivos. En los últimos 15 años más de 70 millones de mujeres se incorporaron al mercado laboral; los latinoamericanos pasaron un promedio de 8 años en las aulas, frente a sólo 5 años históricamente; y prácticamente se erradicó la mortalidad materna y la infantil. De cara a los próximos 15 años, la región ya se está trabajando para lograr los nuevos objetivos definidos en la ONU -denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- En busca de preservar los avances sociales:la reducción de la demanda global, la baja de los precios de las materias primas y la reducción de la entrada de capital internacional han limitado el crecimiento de América Latina y suponen una amenaza para los logros sociales conquistados entre 2003 y 2011. En este sentido, los bancos multilaterales de la región (CAF, BID y Banco Mundial), se comprometieron a apoyar a los países para que aumenten la productividad y cierren la brecha de competitividad -a través de inversiones en capital humano, infraestructura e innovación, dos variables esenciales del crecimiento económico.
- Estados más eficientes: en los últimos años América Latina ha mejorado la gestión de sus administraciones públicas, pero todavía hay espacio de mejora para lograr una gestión más eficiente de los Estados, según un informe de CAF publicado en 2015. Entre los aspectos a tener en cuenta destacan la calidad de la burocracia, los mecanismos de compras públicas eficientes, la participación ciudadana efectiva y un sistema de monitoreo, evaluación y aprendizaje. Esto ayudará a que la región pueda seguir cerrando la brecha histórica que la separa de los países con mejor desempeño.
- Innovación en las inversiones: las alianzas público privadas (APP) representan una buena herramienta para mantener el ritmo de inversión en proyectos de infraestructura y desarrollo, ambos esenciales para mejorar la calidad de vida de millones de latinoamericanos. Entre lasventajas de las APP está la suma de fondos adicionales, más allá de los recursos públicos, para invertir en proyectos de desarrollo y, al mismo tiempo, la incorporación del conocimiento técnico y gerencial del sector privado, aportando valor agregado y mayor eficiencia técnica.
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